Cap.39: El partido benéfico (parte 2)😎

88 6 34
                                    

Buenas!!!! Acá estoy nuevamente, dispuesta a traerles la segunda parte de este gran capítulo que se las trae

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Buenas!!!! Acá estoy nuevamente, dispuesta a traerles la segunda parte de este gran capítulo que se las trae.. pasará de todo y espero que estén preparados para leer el final ya que el mismo estará cargado de incertidumbre, dejándolos con muchas ganas de saber como continúa la historia y sumamente nerviosos.. sé que soy buena para generar suspenso jaja 🤣

Sin nada más que decir, los invito a disfrutar de la lectura 😉

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

Talinda entró a su casa sintiéndose completamente frustrada.
Arrojó las llaves sobre la mesita ratona, junto con la capelina, la peluca y los anteojos, y se dejó caer de espaldas en el sillón, notando como todo el cuerpo le temblaba de odio y rabia.

Se llevó una mano al vientre, todavía plano, y se lo acarició, temiendo por un segundo que tanta agitación le hiciera daño a su bebé.

En ese momento se le revolvió todo por dentro.
Se sentía perdida, confundida, molesta y llena de sentimientos oscuros que no la hacían sentir para nada orgullosa, pero no podía evitarlo.

Tenía que hacer algo.
Tenía que poner en marcha alguna especie de plan que la ayudara a darle un significado a su vida.
Dentro de unos meses traería un hijo al mundo y estaba completamente desorientada, sin saber a ciencia cierta qué rumbo seguir.

Para colmo la imagen de Chester follando con su estúpido novio no dejaba de reproducirse en su cabeza una y otra vez.
Sus gemidos, sus gritos de placer, su voz ronca susurrando su nombre... ese maldito nombre que tanto dolor le causaba escuchar.

De repente una idea le brotó de las entrañas.
Una idea que había estado dando vueltas por su cerebro desde que había salido del club, pero que ahora podía ver con mayor claridad.
Una idea que a simple vista parecía descabellada, pero que si la pensaba con la mente despejada y tranquila, iría a cobrar absoluto sentido.

Se incorporó y sacó su teléfono de la cartera.
Con manos temblorosas a causa de la ansiedad, marcó el número de Demian.

-Hola Taly, ¿Cómo estás?- se escuchó del otro lado de la línea.

Talinda suspiró y buscó minuciosamente las palabras correctas para tratar de poner al tanto a su amigo acerca de su brillante plan.

-Hola Demian, necesito que nos veamos en un rato, tenes que acompañarme al partido benéfico que se juega esta tarde en el club- le comunicó.

Amor incomprendidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora