Italia

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P.O.V Valentina Carvajal

Había pasado poco más de un mes desde el intento de asesinato contra Juliana. Los padres de la pelinegra le habían obligado a permanecer mayormente en la casa o en la empresa. Fue toda una experiencia verlos intentando consentir lo más posible a la ojicafé. Por algunos momentos era muy fácil olvidar quienes eran ellos, y verlos como solo una familia más.

-Basta, Jimena, estoy bien. Puedo llevar mi bolsa sola. - decía Juliana mientras bajaba las escaleras seguida de su hermana.

Hoy estaríamos viajando a Italia. Los padres de Juliana se sorprendieron cuando la ojicafé les dijo que prefería llevarme con ella. Jacobo intentó fingir que no conocía los motivos tras esa decisión y Jimena solo le había dedicado a su hermana una mirada cargada de picardía. Los jefes de la casa estuvieron de acuerdo, incluso felicitaron a Juliana por estar más al pendiente de su seguridad personal.

-Juliana, apenas van unos días desde que esa herida parece estar mejor. No puedes esforzarte. - insistió Jimena llevando la cartera negra de Juliana.

Yo esperaba cerca de la puerta con mi maleta al lado. Vi a la ojicafé rodar los ojos mientras era seguida por su hermana. Llegaron hasta mi en pocos pasos y Jimena me tendió la cartera de la pelinegra.

-Bien, vámonos antes de que pierda mi paciencia. - anuncio Juliana, besó a su hermana y comenzó a andar hacia la salida.

-La quiero sin un rasguño de regreso, Achaga. Un accidente más y estarás en la calle. - me advirtió Jimena cuando comencé a girarme. Nuevamente tenía esa mirada que caracterizaba a los Valdés. La mirada que me ponía un poco incómoda y me hacía pensar que eran más crueles de lo que aparentaban a simple vista.

Mientras abandonaba la mansión me encontré con Pearl. La pelinegra apenas se percató de que yo iba saliendo; estaba sentada en la larga escalera junto a Chapman. Las escuché reír mientras bajaba. Elizabeth se despidió con su mano y Pearl desvió su mirada no atreviéndose a hacer contacto visual conmigo. Estaba avergonzada.

-No hagas lo que yo haría, Valentina. - me dijo Elizabeth con un guiño.

Negué con la cabeza mientras metía la maleta en la parte trasera del auto. Juliana se había sentado en el asiento del piloto así que me tocó ubicarme como acompañante. Escuché el pitido de Elizabeth cuando entré al auto. La castaña tenía una sonrisa, y aunque estábamos lejos, observé como colocaba una de sus manos en una de las piernas de Pearl y le decía algo al oído.

-Se la va a follar. - comentó Juliana ganándose mi atención antes de poner el auto en movimiento.

-¿De qué hablas?- pregunté levantando una ceja.

-Elizabeth, se va a follar a tu compañera...si es que ya no lo hizo. - explicó la ojicafé.

-Pearl es muy...

-¿Profesional? Oh, Valentina...eres tan inocente a veces. - se burló Valdés, no me gustó la condescendencia de sus palabras.

-No es inocencia, es que...

-Ya las he pillado besándose varias veces. - me interrumpió Juliana.

No me esperaba aquello. Pearl no había hablado conmigo desde hacía varias semanas. Solo me preguntaba, de vez en cuando, por los cortos informes que debíamos hacer llegar a Montilla de forma cuidadosa. Los últimos días la había encontrado distraída y nerviosa, pero no esperaba que estuviese enrollada con Elizabeth. Siempre creí que la rubia tendría que darse por vencida con Vause.

-Wow...no lo esperaba. - admití.

Juliana sonrió y movió una de sus manos fuera del volante para encender la radio. Una canción a mitad del coro llenó el silencio del auto. Valdés moduló el volumen hasta que era agradable y entonces dejó caer su mano sobre una de las mías que descansaban sobre mis muslos. Mis dedos se enlazaron con los de ella y ambas sonreímos.

Mimetismo (Juliantina AU)- AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora