Un año atrás
P.O.V Valentina Carvajal
Eran las 6:00 de la mañana cuando mi celular comenzó a sonar perturbando mi perfecto momento de descanso. Lancé una mano descuidadamente intentando agarrar la endemoniada pieza que vibraba y dejaba salir una pegajosa melodía que en esos momentos solo aumentaba mi mal humor. Agarré el celular luego de mover la mano con descuido sobre la mesa. ¿Por qué no lo dejé donde siempre?
-¡Eva aún tengo quince minutos para dormir!- grité al teléfono a modo de saludo. Pero no escuché la risa de mi hermana, lo cual logró despertarme por completo.
-Han robado el museo nacional, tres piezas valoradas en más de dos millones. El jefe te quiere en la comisaría en diez minutos. - me avisó mi hermana antes de colgar.
Dejé caer el celular sobre la cama y me apresuré a la sala lo más rápido que mis pies me permitieron. Encendí el televisor y lo puse al máximo mientras me movía a encender la cafetera. Como esperaba luego de un rato comenzaron a hablar del robo en las noticias.
-Ocurrió a las 4 de la mañana. Las cámaras no detectaron nada inusual. Definitivamente una pandilla con muy buena tecnología. La policía está al tanto. - decía un hombre y yo rodé los ojos. Cuatro robos gigantescos en San Antonio en menos de dos semanas. Los criminales estaban sobrepasando sus propios límites.
Me apresuré al baño dejando la voz del hombre a mis espaldas. Lo último que capté fueron las palabras del otro hombre. Con voz más armoniosa. "Habíamos acordado comprar el cuadro y recogerlo hoy, es una lástima lo que ocurrió." Giré sobre mis pies y miré hacia la pantalla mientras leía la inscripción del noticiero. Macario Valdés...ese era el futuro comprador del cuadro.
Conocíamos a la familia Valdés en el departamento policíaco porque eran una familia adinerada que vivían en San Antonio hace siete años. Venían de México. Nadie tenía queja alguna sobre ellos, seguramente porque su enorme mansión los aislaba del contacto con las personas. Los únicos que tenían contacto con la prensa eran el Señor Valdés y Jacobo su hijo y director de una enorme empresa de tecnología.
Mientras me vestía meditaba en los acontecimientos de los últimos días. Habíamos interceptado a dos pandillas en medio de un intercambio de una venta ilegal de licores. Eran cantidades muy exageradas y fue fácil atraparles. Lo curioso fue que uno de los hombres tenía en su teléfono el apellido Valdés entre sus notas. Era sospechoso. El comandante Montilla llevaba años dejándonos saber que había algo extraño en el negocio de la familia más adinerada de San Antonio.
Habíamos entrevistado a Jacobo luego de que intentasen asesinarle. Él había dicho que seguramente debido a su dinero había ganado enemigos. Aun así, todo parecía indicar que el ataque era algo más. No habían intentado robarle...querían asesinarlo. Algo me decía que esa familia ocultaba más de lo que dejaban ver. Era por eso por lo que el caso Valdés era confidencial y Montilla mantenía a la mayor parte de la comisaría fuera del mismo. Si este robo está directamente relacionado a ellos, entiendo por qué el jefe está tan intenso.
-¡Hey, Pearl!- saludé llegando a la comisaría, mi compañera se acercó de inmediato. Tenía una taza de café en su mano derecha y definitivamente estaba bajo estrés.
-Hay pruebas. El jefe encontró a un hombre que le dio información. - me dijo Vause en voz muy baja inclinándose hacia mí. Fruncí el ceño.
-¿Sobre el caso?- cuestioné sorprendida. ¿Alguien había hablado sobre los Valdés? Normalmente la gente es ciega, sorda y muda con respecto a los mafiosos. Y aún más con respecto a esta familia.
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Mimetismo (Juliantina AU)- Adaptación
FanfictionValentina Carvajal es policía en San Antonio. Un día le asignan la misión de infiltrarse en la mansión de los Valdés: una familia de mafiosos a los cuales jamás se les ha podido encontrar motivos para apresarles. Valentina encontrará el amor en la...