Prólogo

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Ella jamás lo había visto.

Él casi no sabía de su existencia.

Su conciencia estaba muy pendiente de la existencia de él.

En su conciencia el todavia tampoco la conocia.

Lo había conocido compartiendo espacios pero... solo era una persona del montón.

Él solo se acordaba de el trabajo grupal juntos, no mucho más. Después de todo solo era una del montón.

Callado, alejado. Con una mirada seria e intimidante.

Intensa, habladora. Lo primero que se le venía a la cabeza lo hacía.

Algo decía que aquello era solo una capa de humo para ocultar su verdadera forma de ser.

Algo decía que aquello era solo una capa de humo para evitar su ansiedad.

Los dos eran de mundos muy diferentes.

A ella le gustaban las letras.

A él los números.

Ella siempre se expresaba.

Él no podía expresarse.

Ella olvidaba todo. Tenía poca memoria.

Él, en cambio, recordaba todo. Atento a los detalles.

Ella estaba cansada de amar.

Él jamás amó.

Ella tenía un caos es su cabeza. No controlaba la fuerza con la que sentía cada emoción.

Él era tranquilidad pura. Sabía calmarse en situaciones difíciles.

Él la salvó.

Ella, simplemente, lo amó.

Ella lo amó primero.

Y Él, la amó más fuerte.

Los Amigos No Se Miran Así Donde viven las historias. Descúbrelo ahora