Capítulo 23

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Aviso mucho muy importante.

Este capítulo va a ser el único narrado por Shawn en su totalidad.
No esperen mucho más porque... el proximo capitulo sera el epílogo.

AAAAAAAAA que emoción.

Morir en sus manos no era algo que tenía en mente. Macailah cada vez que se despierta de mal humor es una persona envuelta en llamas y supongo que mucho más si alguien le tira un vaso de agua.

Corrí de aquella cueva donde la pequeña ardilla se esconde cada vez que está triste.

Noté enseguida que su casa es su espacio donde sentirse segura.

Había visto pasar a unos tipos por mi lado luego de salir del departamento pero supuse que serian algunos vecinos o quien sabe que.

Tenía una sensación extraña en mi pecho, un no se qué, que me hacía creer que algo iba a pasar.

Pero hoy debía ir a ayudar a mi padre en su empresa, no podia fallarle.

Subí a mi deportivo, poniéndolo en marcha y escuchando música.

Se había puesto la playlist que se auto-creó Macailah. Ya la extrañaba, quería volver.

Pero aunque las ganas estaban, el deber llama y no podía dejarlo de lado.
Mi padre era algo estricto con el trabajo, lo cual no me parece tan mal, supongo que esa exigencia fue la que lo llevó al prestigio donde se encuentra hoy en día.

Por mi lado también estoy trabajando en un proyecto propio. Cuando me reciba de arquitecto, lo cual será dentro de un año. Ya tendré listos los planos y papeles firmados para la construcción del nuevo psiquiatrico.

Me habían contactado por medio de uno de mis socios quien también resulta ser parte de mi familia y me comentaron que tardarían un tiempo en quitar los escombros del lugar que quedó en ruinas.

Dicen que un chico un día despertó, se volvió loco y mato a todos. ¿Quién haría algo así?

Me dijeron que querían que lo haga yo porque se basaron en una exposicion de maquetas finales donde por suerte, se me vino la idea de hacer un establecimiento clínico, psiquiatrico.

Tuvieron en cuenta mis notas y bueno, el resto es puro papelerío, planos, contratos y felicidad pura. Era un verdadero sueño lo que iba a lograr.

Desde pequeño quise construir cosas con planos y eso. Es tan maravilloso, las obras de arte que uno puede hacer.

Nadie lo sabía aún, quería mantenerlo bajo secreto para no despertar a las malas lenguas.

Seguía conduciendo con una sonrisa y aunque ese sentimiento estaba más presente que antes, trataba de no prestarle atención porque, de otra forma, no podría concentrarme.

Aumente el sonido de la música y comencé a cantar aquella canción que siempre escucha Macailah. Creo que se llamaba ¿"Cruel winter"? No, Summer. Si eso, Cruel Summer. Era de una cantante que ultimamente tenía mucho éxito, rubia, no lo sé. No la sigo.
Solo sé que no le gusta que le digan Tay-Tay y que su apellido es como la marca de unas hamburguesas.

Claro que fui demasiado influenciado por la niña pelirroja—Teñida—.

Es una chica tan hermosa... su risa tan rara la hace única, y esos ojos... ella, no se debe dar cuenta pero uno es un poco más claro que el otro y los encuentro tan fascinantes...

Es la persona con la que soñé estar cada día de mi vida, con esa a la que no le importa si llegaste tarde o temprano, que te espera de todas formas con un abrazo. Con esa que la dañaron tanto que se quiere curar sola pero... que también necesita que le den una mano.

Los Amigos No Se Miran Así Donde viven las historias. Descúbrelo ahora