Capítulo 12

62 7 17
                                    

—Valkiria, no seas terca. No me molesta pasar a buscarte.—Murmura del otro lado del teléfono una voz con tono cansado de aquella discusión.

No era una discusión en si, pero yo no aceptaba que Shawn pierda tiempo viniendo hasta mi departamento y luego yendo a la fiesta. Quería que vaya directo así no lo demoraba.

—¡No soy terca!—Dije por ya quinta vez.—Además tu también lo eres.—le reclame mientras sostenía mi móvil con el hombro cerca de mi oreja y con mis manos tomaba la ropa que iba a ponerme.

—Diciendo eso último, admites que eres terca.—ya siento su sonrisa arrogante por el otro lado del teléfono.—En 10 minutos paso. Más te vale pasarme tu dirección.—Me advierte y sin darme tiempo a contestar, me corta.

Si será...

Te encanta.

La verdad... si. Ya no estoy en posición de hacerme la difícil con respecto a mis sentimientos. Cada vez que un mensaje suyo aparece, tambien lo hace una sonrisa en mi rostro.

Se que él no siente nada, me lo dejó en claro aquel día que me dijo:

—Vamos, Mac. Hazlo por mi, como amigos que somos.

El quería que lo ayude con un trabajo y yo claramente no iba a negarme. Cuando me dijo esa frase que me mandó directo a la friendzone, no me quedó más remedio que aceptar mi triste realidad y convivir con ella.

Aunque se ve que a mi corazón mientras más prohibido sea, más le gusta porque no deje de fijarme en el en ningún momento.

En las clases que compartíamos, muchas veces le tiraba miradas, otras me le quedaba viendo unos segundos hasta que el giraba la cabeza hacia mí dirección y debía actuar como si estuviera haciendo cualqueir otra cosa que no sea acosarlo.

Queda claro que ese intento me hacía ver aún más ridicula pero... el intento es lo que cuenta.

También, de vez en cuando sentía una mirada pero cuando volteaba a verlo con ilusión, él estaba mirando al profesor con mucha atención, así que descartaba la opción de que fuera él.

Trate de sacar eso de mi mente para enfocarme en lo que importaba.

Ya le había pasado la dirección y por lo tanto, Shawn llegaría en 10 minutos. Yo aun... ni siquiera había arreglado mi cabello.

Queda claro que esto me estresa pero también me ayuda a ser rápida.

Hacia frío y volviendo a mi regla que primero cómoda antes que linda, me enfoque en buscar una falda y un buzo lo suficientemente grande como para que me llegue a la mitad de los muslos.

La falda era a cuadros, blancos y negros, como un tablero de ajedrez; por otro lado, el buzo era negro, totalmente lizo.

En el cabello lo único que considere hacerme fue pasarme calor para que quede sin imperfecciones. Si bien mi pelo no tenía rulos, tenía algunas ondas que se llenaban de frizz y al poco tiempo ya parecía el león de nemea.

El color rojo de mi cabello era lo que hacía contraste con mi piel blanca y a la vez, combinaba con el labial rojo que me había colocado.

Me consideraba la loca de los colores de pelo. Aún me sorprende como luego de tanto tinte no quedé calva.

Recibí un mensaje de Shawn diciendo que estaba a unas cuadras logrando que me apure un poco más en tomar mi bolso, ponerle lo indispensable y, claramente, tomar aquella botella con líquido transparente.

Si, estaba hablando de alcohol.

Mi resistencia al vodka era buena, de hecho podria tomar puro sin problema. Solo una vez me pase de tragos y terminé dejando mis restos de comida en el suelo de la disco. Luego de ese día simplemente me dedique a tomar lo necesario para estar alegre y no más.

Los Amigos No Se Miran Así Donde viven las historias. Descúbrelo ahora