9: ¿Amor?
Me di un baño largo. Hice como si nada hubiera pasado esa noche. Aunque, a veces, volvía a mí. Sobre todo cuando Devon me tocaba.Aser se marchó.
Obra de arte: 🏴☠️
Obra de arte: 🏴☠️
Obra de arte: 🏴☠️
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Envió los primeros dos el domingo. El martes envió otro. Y el viernes mandó el último.
Quise hablar. Decirle que por dentro me estaba rompiendo, que la persona que me decía que me amaba por las mañanas en las noches —si estaba con ganas— me tomaba con rabia.
Algo le pasaba a Devon conmigo. Como si supiera que yo no estaba bien y no sabía qué hacer para arreglarlo.
Entonces, creí que podría arreglarlo yo.
No necesitas que nadie te arregle, Meg. Eres capaz de unir las piezas dispersas tú solita.
Eso venía haciendo. Según yo, funcionaba de maravilla. Conseguí que, dos meses después de aquella noche, volviera a sentirme como Meg otra vez.
Y me propuse arreglar mis asuntos con Devon. Teníamos tantos años juntos. Seguro había una solución.
Ese día hablaría con él. Le plantearía ir a terapia. No tenía idea de cómo íbamos a costearlo, pero tal vez podría pedirle ayuda a mis padres.
Me dediqué a limpiar la casa ese sábado. No era un apartamento muy grande, pero acumulaba mucho polvo porque estaba toda la semana sin una mano para sacudir.
Pensé que podría lavar un poco de ropa y fue allí que lo vi: una cajetilla de fósforos con el logo de un hotel. Devon no fumaba y, ¿por qué iría a ese lugar?
Las alarmas se encendieron en mi cabeza. Podría ser donde veía a su amante. ¿Por eso venía cabreado algunas noches? ¿Porque no podía verla?
Se fue al caño la intención de arreglarlo. Lo que vendría en la noche sería una guerra. Una que traería gritos y posibles despedidas.
Obra de arte: 🏴☠️
Me senté en la cama y, buscando el chat de mi mamá, encontré el de Aser. ¿Yo era diferente de Devon? ¿Yo sí podía y él no?
¿Por qué continuaba en esta relación sin sentido?
Entonces, hice algo que no sabía si estaba prohibido, pero que necesitaba sacar de mi pecho.
—¿Hola?
—¿Puedes hablar?
—¡Meg! ¡Hermosa! —respondió con alivio, como si quisiera hablar conmigo desde hacía mucho.
—No tenía a quién llamar y…
—Está bien, abejita. Cuéntame. Tengo algo de tiempo…
Escuché de fondo un chillido de un animal y mi ceño se frunció, confundida.
—¿Estás trabajando?
Aser dejó escapar una sonrisa suave.
—Eh, sí. Sí, estoy aquí. Una cerda está pariendo, pero le tomará un rato más. Supongo que tengo tiempo para hablar.
El animal volvió a chillar, haciendo que me encogiera en la cama. Se escuchaba doloroso y agonizante.
—Ya hasta se me olvidó lo que iba a decir —expliqué más animada.
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Kavanough
ChickLitA veces debes preguntar antes de lanzarte. Debí averiguar quién era antes de caer a sus pies. Ahora siento que estoy enamorada de un hombre con un pasado complicado. Nunca creí que Kavanough me haría romper las reglas solo por un beso.