Capitulo 34

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Hinata despertó y te vio con los ojos rojos de haber llorado, beso tus dos ojos mientras dormías.

Se levantó y fue a ver a sus pollitos que usaban una pijama de otro animal, de vaca.

«Que lindo ».

Ahí estaba Chibi, extendiendo sus brazos.

—Sí te tomó estarán llorando tus hermanos.

Seguía pidiendo que lo cargaran, sus ojitos estaban fijos en él.

Hinata lo tomó por exceso de ternura, Chibi se acomodó, Hinata busco algo para darle de comer, fue a la cocina y le pidió al cocinero que le prepara la fórmula.

De inmediato lo hizo, quedó viendo a Chibi era la primera vez que miraba a uno de los niños, además cuando crecieran podía decirle a tus hijos, que le daba buenas comidas a su madre cuando estaba embarazada.

Ver a Chibi comer era lo más lindo del mundo.

—Que lindo es chibi —opino el cocinero.

—Tengo el presentimiento que sera un omega como yo —sonrió Hinata.

—La señorita estara preocupada en el futuro buscando un colegio especialmente para omegas.

—¿Existe eso? —no lo sabía.

—Sí, la señorita tenía conocimiento de eso por sus primas.

—Increíble, ¿Cuánto tiempo has trabajado para la familia? —él sabía bastante.

—Mucho, yo le daba de comer a la señora Vyacheslavovna cuando la señorita estaba en su vientre, recuerdo toda la niñez de la señorita, también solía venir a la cocina y cocinar, contaba que si en algún momento tuviera un omega tendría solo un hijo.

Hinata miró su a Chibi.

«Y yo le di cuatro... ».

—Pero es feliz con sus cuatro hijos.

Hinata sonrió.

—Yo también —Le dio un beso a su hijo en la frente.

Llegaste a la cocina y aún seguías adormecida.

—Buenos días —le diste un beso a Hinata en la cabeza.

—Buenos días —te miró esperando un beso en los labios.

—Tengo hambre, mucha hambre —te sentaste en el taburete esperando algo de comer.

—Debería ir al comedor —le recomendó el cocinero.

—Quiero acompañar en la conversación —sonreíste y le guiñaste el ojo a Hinata —. Es un milagro que los otros estén tranquilos.

Te referías a que los bebés no lloraron.

—Es que ayer salieron de paseo —reía Hinata.

—Quería que los vieras vestidos así, se miraban muy lindos —. Hinata... —sonreíste de una forma que parecías tramar algo.

—¿Huh? —te miró de nuevo y se sonrojó por que aquel brillo en tus  ojos parecía como el de la primera vez que se conocieron, encendido y las feromonas eran un poco más intensas —. ¿Si?

—Nada —desviaste tu mirada a otro lado.

«No le puedo decir sinvergüenzamente que lo quiero ver con esas prendas... ».

—Dímelo —Fruncio el ceño —. Te emocinaste, luego solo decidiste no decirlo.

Ya que insistió le hablaste.

—Estaba pensando, en... —te acercaste a su oreja —. Que quería verte con un liguero negro, rosado tal vez, bragas bordadas semitransparentes, que tengan una abertura en tu centro, forma de triangulo pequeño...

Hinata trago hondo, sus mejillas estaban calurosas.

—también un badydoll me gustaría, pero seria en otra ocasión, uno muy transparente, no quiero nada a la imaginación con eso.

—Dios... —se enrojecio más, no podía cubrirse porque Chibi estaba comiendo en sus brazos.

Te aclaraste la garganta cuando te dejaron el plato de comida.

—mílyî... Tus feromonas están saliendose mucho.

—¡Es tu culpa! —se sentía excitado.

—Puede que venga tarde del trabajo, así que no me esperes y duerme temprano.

—¿Por qué? —quizo preguntar.

—Trabajo, documentos de verificación.

—Oh, bueno.

—Mañana me tomaré el día libre y iremos a ver los arreglos.

Hinata embozo su mejor sonrisa.
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Estabas en tu oficina, Takeo estaba a la par tuya ayudándote, eran las nueve de la noche, tal vez no irías a casa, pero querías tener el día libre mañana.

—Miralo del lado bueno, mañana no habrá trabajo —reía Takeo.

—Me parece injusto, cuando estaba pequeña creía que trabajaria menos por ser el jefe, resulta que trabajo más... —suspiraste.

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Hinata había ido a una tienda en la tarde a comprar lo que habías pedido indirectamente, fue vergonzoso tener que decirle al vendedor que buscabas, habían muchas chicas también, eso era más penoso, pero ellas no tenían ni un poco de pena se sentían en confianza y gracias a ellas pudo elegir el mejor tono de color que fuera con su piel.

Miró las bolsas en la cama, pensando que tal vez no había sido buena idea, además no lo estabas forzando, solo compartiendo esa fantasía.

Tenia curiosidad de cómo se miraba, así que se metió al baño para cambiarse, saliendo con su Liguero negro y bragas como las pediste, se miró al espejo de perfil.

«En realidad es muy cómodo, pero la abertura es... » miro con atención «definitivamente no podría, pero ella lo merece así que si lo uso debo hacer mi mejor esfuerzo ».

—¡Prepárate ____ haré lo mejor como omega usando esto!

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Se durmió unos minutos después de aquel intento de convencimiento, pero cuando despertó fue como verte de nuevo, solo que con una expresión de confusión.

—____ —te mencionó, de inmediato se acercó y beso aquella persona.

Fue una sorpresa, Hinata parecía estar encendido, quería dejarte desnuda, pero parecía escuchar algo de ruso de tus labios.

Dudo unos segundos, pues no recordaba que esa ropa llevaras en la mañana.

—Pude llegar a tiempo —se abrió la puerta tras esas palabras.

Te quedaste boquiabierta viendo a Hinata besando a tu hermana gemela.

〖𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐘𝐎〗 「Mi pequeño omega」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora