Capitulo 44

1.1K 157 10
                                    

Hinata despertó con tus brazos rodeándole, se sentía como un peluche, lo cálido era agradable, no tenía idea de la hora, tampoco le importaba, quería estar más tiempo así contigo, es más quería besarte.

«Quisiera poder decirle lo que me pasa» se hundió en tu pecho.

Te moviste tiempo después, viendo que eran las ocho de la mañana, tarde para ir a trabajar, en eso el teléfono sonó, haciendo que te levantarás.

—¿Y la puta junta Vyacheslavovna? —esa voz de enojo te dejo casi sorda.

«¡Es verdad tenia una junta! »pensaste.

Fuiste a tu closet a buscar ropa pero todo estaba vacío, tu ropa estaba en esparcida apesar de estar limpia, tomaste alguna camisa y pantalón, para ducharte y vestirte.

Hinata te vio salir apresurada, le diste un beso de despedida y él te tomó de la mano.

—¿Puedo ir? —no quería estar solo en casa.

Verlo así de lindo era inevitable decir que sí.

Ambos se fueron a tu trabajo, él se quedó en tu oficina, a esperar que salieras, recordó la vez que estuvo ahí de rodillas pidiendo que lo marcarás.

«No me arrepiento de nada ».

En eso llego una persona que no conocía a dejarle un poco de café mientras esperaba.

Pasaron dos horas, no había nada emocionante, luego te vio entrar cansada, había sido una reunión intensa.

Te sentaste en tu silla de escritorio, sabías que Hinata te había acompañado para hablar, no para otro motivo.

—Dime mílyî... ¿Qué te sucede? Hace unos meses estábamos bien.

Hinata te miraba con esa cara de “no se si decirlo o no ”

No sabías de donde saco un sobre de al saber donde.

—Quería hablar de esto —señaló el sobre en su mano.

—¿Me puedes decir que es? —Sonreíste y se alivio por un segundo.

—Es que no se como decirlo... —se negó a hablar.

Le pediste que se acercara a dejarte el sobre, se hizo a tu par por detrás del escritorio, le abrazaste mientras abrías el sobre.

—¿Qué sorpresa será? —le diste un beso a su mano.

Reía nervioso, pero antes de abrirlo te pausaste.

—¿Te gustaría que tuviéramos una cita después?

Hinata quedo viendo el sobre y luego a ti.

—¡Sí! —quería estar contigo, pero no sabría si pensarías lo mismo después de abrir el sobre.

—Okey... Veamos primero que es esto.

Hinata estaba inquieto, empezando por la lentitud en la que lo hacías, luego comenzaste a leer el papel en voz alta.

—Centro medico privado... —echabas un vistazo -. examen de sangre —viendo los resultados concentrada te pausaste y Hinata se espantó aún más —. Joder... No entiendo esto.

Hinata se comenzó a reír pero luego señaló algo que si entendías.

—____ —mencionó tu nombre al verte pálida.

—No es nada... Solo me dio un mareo de repente —dejaste el papel en el escritorio —. Entonces eso era lo extraño.

Había un valor en específico de la prueba que no debía salir la GCH (gonadotropina coriónica humana)dando un resultado tremendamente positivo para embarazo.

—Yo me hice varios exámenes para saberlo, también tengo una prueba de embarazo en casa, que ya la use y salió positiva... Junto con otras cinco.

—pero... ¿Cómo? —abriste tu gaveta del escritorio —. ¡¿Entonces para que carajos estoy tomando esto?!

Sacaste tus anticonceptivos y después mencionaste los condones.

—¡Pues! —Hinata se sintió ofendido y apretó los puños —. ¡Pues es tuyo, porque yo no me acuesto con nadie más!

—No... Si yo no digo eso, osea estas cosas no sirven.

De inmediato llamaste a tu doctor, Hinata estaba asombrado por la discusión que presenció con tu doctor.

Después de cortar la llamada viste a Hinata que estaba preocupado.

—Entonces lo voy a abortar —decidió pero parecía dudoso.

—¡No no no no!... Digo, si quieres tenerlo esta bien, a mi no me molesta —le abrazaste sentada desde tu silla y él de pie.

—¿no estas enojada?

—No, nunca me enojaría contigo, jamas, más bien estaba preocupada porque actuabas raro.

—Era por esto, no sabía como reaccionarias.

Suspiraste.

—Dios, con los niños son cuatro más uno, cinco, no se que haré para no embarazarte, yo creo que me cortaré el pene.

Él acarició tu cabeza y al escuchar eso se sobresalto asustado, pero sabía que era una broma.

—Perdón... Por embarazarme sin tu permiso.

—No es tu culpa, es la del médico.

〖𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐘𝐎〗 「Mi pequeño omega」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora