Capitulo 51

1K 128 3
                                    

Hinata seguía viendo tu entrepierna, ya estabas excitada, el solo verte sabía que era doloroso para ti, pero primero harían los previos, para que se relajara.

Lentamente le ibas masturbando, estaba mojado lo suficiente para recibirte.

A penas gemia, se aferraba a ti con ganas de más, pero él sabía que serías paciente con él, hasta que sintió tus dedos se volvió más sencible, ver como temblaba era hermoso.

—Shoyo amo demasiado tu cuerpo —tocaste sus muslos, una parte demasiado perfecta, ya había dejado el vóleibol y se dedicaba a entrenar a más jóvenes como él, aún así estaba en forma incluso se había cortado el cabello más.

—Unm —te abrazo más.

Se sentía más acariciado se lo normal, el tiempo era lento y tu mano no paraba de jugarle.

—_-_____... ¿Puedes ponerlo? —pidió tocando tu entrepierna con su rodilla.

Te sonrojaste un poco y suspiraste.

—¿Y si duele?

Hinata noto tu preocupación.

—Sí lo haces rápido no tendré tiempo de sentir... —Respondió y miró hacia otro lado.

—¿Qué haré contigo Shoyo?

Hinata sonrió para besarte.

—Amarme... Amarme mucho.

—Ya siento que eres mi religión —reíste.

La entrada de Hinata se encontró con la punta de tu miembro.

—Esté es uno de los mejores santuarios.

Hinata se cubrió el rostro avergonzado antes de sentir algo, ferozmente fue penetrado, no tuvo tiempo de gemir, estaba agitado, su entrada había soportado mucho con recibirte.

—_-____ —Quería llorar por dolor.

—¡Lo siento! ¡Voy a salir ahora! —Te desesperaste.

—¡N-no! —Te encerró en sus piernas a como pudo.

—¿Huh? —Te dejo sorprendida.

—Me quiero acostumbrar —decía entrecortado.

Toco su vientre, si lo apretaba podría venirse, pero no era la gracia.

—¿Entro todo? —quiso saber.

Negaste con la cebeza.

—¿cuanto falta? —levantó su cabeza intentando ver.

—Un poco menos de la mitad, me aprietas fuerte... —Frunciste el ceño.

—Lo siento mucho, ¿puedes intentar ir más allá?

Negaste con la cabeza.

—dolerá mucho...

—No importa — extendió sus brazos pidiendo un abrazo.

No evitaste darle un abrazo, Hinata se apretó aún más por el movimiento.

—Lo estas haciendo bien Shoyo —acariciaste su cabeza.

La verdad estaba resistiendo, hasta que te pidió moverte, estaba inseguro, pero su esposa no había estado satisfecha en mucho tiempo, tras el movimiento lento Hinata fue amoldandose, últimamente tenías una adicción a escuchar sus gemidos pausados al ritmo que te movías.

«Necesito más »Hinata vio tu expresión de deseo.

—más rápido —te apretó en sus piernas.

Al tomar velocidad juraba que sus entrañas estaban siendo perforadas, hasta que llego al límite del placer, donde la velocidad en la que le estimulabas le hacía correrse.

〖𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐘𝐎〗 「Mi pequeño omega」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora