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Sam y Ash habían vuelto al trabajo después de su merecida hora de comer. Por la tarde Ash esperaba a otros cuatro clientes,por suerte era gente que había venido anteriormente a reservar la cita y pese a que no los conocía parecían gente bastante simpática y amable y gracias adiós, no tenía ganas de volver a pasar el momento de esta mañana. Tres segundos después de repetirse esas palabras en la cabeza, escucho como alguien abría la puerta de la tienda estrepitosamente.

-Tu!?!?-Repitieron los dos a la vez.

-Dios, como sabe dónde trabajo? Voy a llamar a la policia- dice Ash al reconocer al hombre que vio fuera de aquella discoteca hace un mes. No es que sea un dramático pero es bastante extraño que de la casualidad de encontrarselo dos veces de una manera casual, estaba pensado en que quizás el hombre quería algo de el , aparte estaba un poco paranoico de que su madre hubiera enviado a alguien a por el. Ya que el no contestaba sus llamadas, la creía perfectamente capaz. Aparte, descartó la idea de que fuera por hacerse un piercing o un tatuaje. No es por caer en estigmas y estereotipos, pero por el traje azul marino que seguramente costará más que su casa, con la corbata a juego y la camisa blanca pulcramente puesta junto a unos zapatos de vestir marrón oscuro que gritaba estatus social, lo descartó.

-Eres tu el anillados de la tienda? Preguntó algo incrédulo
Ash asiente.

- Estoy aquí porque mi hija menor de edad, a aparecido hoy en casa con un pendiente en la nariz, y yo no he autorizado tal cosa, quiero explicaciones o voy a denunciar. Dijo mirando fijamente a los ojos de Ash

- Espere, es usted el padre de Chloe?
El hombre asintió

-Bien señor.....
Se calló al darse cuenta de que no sabía el nombre del hombre delante suyo.
- Seño está bien.
Dijo seco
- de tal palo tal astilla- susurro bajo Ash apretando su puño debajo de la mesa del recibidor en el que estaba.

- Has dicho algo niño?- pregunto

- No, bien señor.... Que sepa usted que no le hice la perforación sin tener ninguna prueba de su edad, ella me enseñó un carnet de identidad con su respectiva fecha en la que indicaba que era mayor de edad y tenía su foto. Como entenderá, si tiene un minimo de sentido común, aquí no tenemos ninguna máquina ni un máster en adivinar que carnet es real o no. Puede usted denunciarme pero creo que dado la situación y que yo no sabía que estaba siendo mentido en la cara, no creo que el juicio llegue a nada.

- Pero eso....eso no es posible- dijo el hombre algo disgustado por la reciente noticia

Ash inconscientemente sonrió al ver como el hombre dejaba de lado ese aspecto de hombre inquebrantable.

-Creo que debería tener una charla con su hija señor, y dejé de llamarme niño.
Ash creía fiel mente que había ganado esa especie de batalla pero en ese momento noto un tirón. El hombre le estaba agarrando de la camiseta mientras tenia su cara a centímetros de la de el. Y la única razón por la que sus cuerpos no se estaban tocando era porque había una mesa de por medio.

- primero, eso no es lo mismo que me gritaste ese día, que yo sepa repetias " niño,joder niño, no es tan difícil"como un maldito mantra, y segundo- dijo mientras acercaba su boca al oído del chico más bajo que el - quita esa maldita sonrisa de suficiencia de tu rostro antes de que haga algo al respecto- dijo esto último apartándose de Ash.
- Pese a eso- dice mientras se ajusta la corbata y se aclara la voz- No tengo problema en disculparme, perdón, no debí haber entrado acusándote antes de dejarte hablar.

- B-ien no pasa nada- dijo Ash.
- bien entonces me voy a ir, por cierto niño
-si?
- estás mucho mas bonito nervioso- dijo mientras salía de la tienda con su cara neutra y su manos dentro del bolsillo de su traje mientras con la otra mano habría la puerta para irse.

Midnight Blue Donde viven las historias. Descúbrelo ahora