Secreto | Terminada |

Primer Partido

Hinata estaba muy nervioso y por encima de todo el mundo no estaba de su lado... Había comenzado a menstruar.

No sabía porqué le dolía más el estomago si de nervios o de cólicos.

Así que cuando llegó a la escuela se sentía terrible, había salido rápidamente de su casa porque se le había hecho tarde y olvidó tomar alguna pastilla.

Le daba pena pero se dirigió hacia Kyoko.

— Kyoko-san... Ah... Quería saber... Si tienes alguna... Pastilla para los cólicos – le dijo en voz baja.

La manager asintió de inmediato y le entregó la pastilla.

— Dime si te sientes muy mal – dijo ella.

Dentro del camión todos hicieron lo posible para que Kageyama y Hinata se sentaran juntos.

— ¿Qué tienes? – preguntó Kageyama en cuanto vio al pelirrojo en mal estado.

— Estoy nervioso – respondió pues en parte era cierto.

— Deberías... Descansar en lo que llegamos... – aconsejó.

Hinata asintió y cerró sus ojos, sintió la mano de Kageyama sobre su cabeza haciendo un poco de presión para hacerle saber que podía recargarse en su hombro y así lo hizo.

Todo el tiempo Tobio no pudo desviar la mirada de aquel chico dormido, a veces le hacía caricias en el cabello...

Tsukishima se había volteado con cara burlona.

— ¿Cuando piensas decirle? – dijo riendo.

— ¿Cuando piensas decirle tú? – contestó de regreso viendo a un Yamaguchi también dormido.

Tsuki chasqueó la lengua y se volteó.

Una vez que llegaron Hinata se veía mejor y eso alivió a Kageyama, aunque sus nervios se hicieron más presentes cuando entraron.

Claro que se encontraría con sus antiguos compañeros... Y estaban resentidos pero Kageyama no los culpaba, había estado jugando solo hasta que llegó a aquel equipo.

Así que solo asentía y no contestaba nada más.

Al principio fue difícil que el pelirrojo se controlara y era fundamental para el equipo. Hasta aquel momento Oikawa Tooru no había estado ahí...

Fue hasta el final del tercer set que llegó. Fue extraño volver a verlo y aún más confirmar que ya no sentía nada por él, pudo concentrarse y advertir varias cosas que sabía de su forma de jugar para ganar.

Al terminar Oikawa se había acercado a hablar con aquella presunción tan típica se él.

— Tobio-chan, me alegra que mi kouhai haya mejorado tanto. Espero tener otro encuentro pronto para demostrar en lo que he mejorado yo. – dijo sonriendo — También tengo duda de lo que puede hacer este Chibi-chan, es muy intrigante lo que pudes hacer.

Diciendo aquello último Tooru se acercó a Hinata con curiosidad. Kageyama se tuvo que contener para no moverse y chasqueó la lengua con molestia.

No podía hacer nada, Shoyo no era su novio... Ni siquiera prestó mucha atención cuando le presumió a Oikawa que podía hacer cosas increíbles solo con ayuda de él y nadie más.

Solo estaba cuidando que no se acercara de más al pelirrojo. Cuando sintió que podía volver a intervenir chasqueó la lengua más fuerte.

— ¡Vamonos, Hinata!  – gritó tomándolo de la playera.

Casi lo arrastró hasta el autobús.

— ¡Sueltame, Kageyama! – dijo Hinata molesto y el colocador le hizo caso — ¿Por qué hiciste eso? ¡Estaba presumiendo a ese Gran Rey idiota!

Tobio volvió a chasquear la lengua pero no contestó. Solo volteó para ver de lejos a Oikawa, quien le mostró la lengua como respuesta.

Era chistoso que ahora estaba celoso del chico que le solía gustar.