Secreto | Terminada |

Preparación

Finalmente podían relajarse un poco, no demasiado porque irían al torneo de primavera y eso se les seguía haciendo un poco irreal.

Se dieron cuenta que las únicas citas que habían tenido eran de entrenamiento o en su casa, la única vez que habían estado juntos afuera fue el día en el que se conocieron.

— ¿Qué tal si vamos a una cita doble con Kuroo y Kenma? – le propuso Shoyo para hacer algo diferente.

— De acuerdo, vamos – aceptó Tobio.

Aún así el armador estaba demasiado nervioso, quería que fuese un día hermoso y... Debía comprar ropa para la ocación.

Decidió que necesitaba ayuda y no se le ocurrió mejor opción que su sempai...

— Suga-san... ¿Qué se hace en una cita? ¿Qué ropa debo llevar? ¿Hay algo que deba saber? – dijo en cuanto el mayor contestó el teléfono.

— Kageyama... Una pregunta a la vez – le pidió agobiado de tantas cosas.

— Lo siento... Estoy nervioso – se explicó.

— ¿Nunca habían salido en una cita? – preguntó Suga muy extrañado.

— Solo entrenamientos y pijamadas pero nada afuera... Y también invitó a Kenma y Kuroo para que fuera doble – explicó Tobio.

El mayor rió.

— Supongo que Hinata también está nervioso y por eso los invitó... No soy bueno para ayudarte con la ropa, sugiero que preguntes a Noya. Pero puedo darte ideas de donde ir.

— Se lo agradecería mucho – dijo y sin darse cuenta había hecho una reverencia a la nada.

— No te preocupes...

Fue así como al siguiente al que  llamó fue a Noya.

— ¿Ya has pensado lo que quieres usar? – le preguntó con emoción.

— Um... Una... Una falda... – admitió apenado y estuvo feliz de que no lo pudiera ver en ese momento.

— ¡Ja! ¡Entonces hablaste al indicado! Veamonos en la plaza – le indicó.

En cuanto llegó el mayor ya lo estaba esperando y entre brincos lo llevó a una tienda que sabría le ayudaría mucho.

Kageyama sintió que estaba en un lugar perfecto. Había tantas faldas tan lindas y probablemente alguna de esas blusas le quedaría bien.

Pero jamás pensó que fuera tan difícil encontrar una forma de combinar todo... Sobretodo porque nunca pensó en que necesitaría zapatos nuevos...

Había sido un arduo trabajo pero Yu era muy paciente en cuanto aquello y trataba de leer las expresiones de Kageyama ante cada prenda hasta que encontró la perfecta.

Mientras iban caminando Kageyama veía fijamente a la bolsa.

— Noya-sempai.... – comenzó a decir porque se merecía el halago después de su ayuda — ¿Puedo preguntar algo?

— Claro, dime – contestó con una sonrisa.

— ¿Te dió miedo la primera vez que te vestiste como querías? – dijo casi en un murmullo.

Nishinoya comenzó a pensar haciendo un leve "um" mientras pensaba cómo decir su respuesta.

— Sí, mucho. Más frente a la gente que me conocía antes, sentía que era un cambio muy grande para ellos y me daba pena. A veces pensaba que debería esconderme... – admitió.

Tobio asintió despacio aún viendo su bolsa.

— ¿Es la primera vez que saldrás así? – cuestionó el mayor.

— Sí, solo lo hice una vez en casa de Shoyo... Me da miedo... Que me vea mi familia. Ni siquiera estoy seguro que entienden que él es mi novio – confesó.

Noya puso una mano sobre el hombro de Kageyama para animarlo.

— ¡Cualquier cosa aquí está tu sempai! – dijo orgulloso.

Extrañamente aquello si lo hizo sentir mejor.