Te amo

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N/A: Bueno bueno ahora si es momento de algo hot pero lindo ~

Fue a mitad de semana que en la mañana aún dormido Tobio había abrazado a Shoyo para tenerlo más cerca, solo que no se dio cuenta de que su mano terminó por colocarse en su busto.

Aquella sensación despertó al pelirrojo de golpe y no supo realmente que hacer cuando vió aquello... Quería moverlo... Pero... No quería despertarlo o incomodarlo porque sabía que lo había hecho dormido.

Sin embargo, su opinión cambió cuando sintió un apretón. Instintivamente le dio un golpe en las costillas para que lo soltara.

— ¡Oy! ¿Qué te pasa, idiota? – gritó Kageyama molesto por el golpe.

— ¡Me diste un agarrón, idiota! ¡Sé que estabas dormido pero no hagas eso! – le contestó Hinata.

Tobio se sonrojó.

— Lo... Lo siento... Estaba soñando – admitió apenado.

— ¿Qué... Qué soñaste...? – decidió preguntar Shoyo sabiendo prácticamente la respuesta.

— Na-nada...

— Tu cuerpo dice otra cosa... Tonto – dijo viendo hacia su short que usaba como pijama.

Kageyama se tapó de inmediato con una almohada.

— No sé... De que hablas...

Hinata se acercó a él hasta besarlo, movió la almohada para sentarse en su regazo. Como respuesta su novio pasó sus manos debajo de su playera y recorrió su espalda con suaves caricias.

Cada caricia se sintió como un shock eléctrico que recorría todo su cuerpo.

Tobio comenzó a mover sus manos para dirigirse a su pecho pero se detuvo al ver la reacción de Shoyo.

— ¿Qué pasa? ¿Estás bien? – le preguntó parando un momento.

— No... No es nada... – mintió.

— Vamos, amor... Si quieres parar paremos – dijo Tobio acariciando su mejilla.

— No es eso... Quiero seguir pero... En serio... ¿En serio no te molesta mi cuerpo? – insistió.

Kageyama sonrió, sabía que aquello le preocupaba demasiado.

— Para nada, me gusta tu cuerpo... Me gusta cuando me dejas recostarme en tu pecho porque me siento protegido y sé que eso seguirá pasando incluso si decides que quieres operarte porque eres tú. No me molesta que sea diferente al mío, todos somos diferentes. Te quiero tal y como eres, mi amor– volvió a decirle.

Shoyo asintió. Era muy extraña la vez que usaba los apodos "amor" o "mi amor" porque le daba pena que en algún juego se le saliera decirle así frente a todos. Así que realmente cuando lo escuchaba se sentía muy feliz.

— Está bien, puedes... Puedes tocarme – aceptó.

Aun así en aquel segundo intento Tobio fue un poco más lento, hasta finalmente colocar su mano en el seno izquierdo. Movió su mano un poco torpe y decidió jugar un poco con su pezón.

Rió un poco de nervios.

— No sé si estoy haciendo bien esto... – admitió entre risitas.

— Vas bien, solo hazlo sin miedo... Dejame enseñarte – dijo Shoyo riendo un poco también.

Decidió quitarse la playera, tomó la mano de Tobio y la colocó en su pecho. Le demostró que tan fuerte podía tocarlo, como le hacía sentir bien y que sin problema alguno si quería también podía usar su lengua.

Kageyama estaba feliz de poder hacer sentir bien a Hinata, que se le hubiera ido el miedo y ahora estuviera disfrutando al igual que él.

Muy poco tiempo después y casi sin darse cuenta toda la ropa les había estorbado y habían quedado completamente desnudos.

Shoyo volvió a mostrarle cómo podía tocarlo.

— Si tocas aquí... Se siente muy bien... – le explicó casi gimiendo al sentir el toque de Tobio — Puedes seguir suavemente por aquí... Y meter aquí...

Sentir sus dedos dentro de él se sintió demasiado bien. Tobio continuó el movimiento haciendo que gimiera más y quisiera tenerlo dentro... Porque si sus dedos se sentían bien... Tener su miembro sería seguramente mejor...

— ¿Podemos... Intentarlo...? – le pidió a Tobio, quien asintió.

Los dos fueron muy torpes para encontrar el lado correcto del condón.

— Esto es más complicado que ponerlo en un pepino... – se quejó Hinata — ¿Por qué nunca enseñan como encontrar el lado...?

— ¿No si nos dijeron que debía parecer un gorrito...? Ese debe ser el lado... – especulaba Kageyama.

Unos momentos después lograron encontrar como iba y ponerlo a Tobio.

— Creo que será mejor si estás arriba... No me gustaría lastimarte por no saber como hacerlo... – le dijo a Shoyo algo apenado.

Pero debido a lo mojado que estaba y al lubricante del preservativo no fue difícil ni doloroso, era algo extraño pero no malo.

Comenzó a moverse una vez que se acostumbró un poco a la sensación y las sensaciones de nuevo explotaron por todo su cuerpo.

Se besaban desesperadamente, como buscando algo en sus bocas. Shoyo se agarraba fuertemente de los hombros de Tobio y agradecía tener fuerza en las piernas o eso sería más complicado.

Lo sentía tan adentro de él que pensaba que la sensación de placer lo volvería loco.

— Tobio... – dijo medio jadeando — Te amo... – soltó repentinamente.

Parecía que aquella situación lo estaba llevando a la sinceridad extrema, había dicho algo que no había querido admitir debido a que pensaba que tal vez era muy temprano para decir esas palabras.

— Yo también te amo, Shoyo – contestó.

Con aquello Tobio había aumentado la fuerza con la que se movía haciendo que en poco tiempo Hinata terminara y después él.

Se recostaron un momento para tomar aliento e incluso rieron.

— Deberíamos bañarnos... – sugirió Shoyo.

— Y cambiar la cama...

— Y volver a dormir...

Aquello sonaba como un buen plan.

Secreto | Terminada | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora