Desde que habían sido oficialmente novios todos tuvieron que soportar aquellas muestras de amor entre Hinata y Kageyama, las cuales solían comenzar por el colocador.
Era por eso que les sorprendió bastante cuando durante aquel entrenamiento en Tokio se pelearan.
Todo había comenzado con aquella frase:
— ¡Kageyama, quiero intentar el ataque rápido sin cerrar los ojos!
Todos se sorprendieron pero aquel chico volteó a ver a su novio como si estuviera loco.
— No te pasaré el balón sabiendo que vas a fallar. Solo lo haré a quienes sean escenciales para ganar, si eso significa no pasarte el balón ni una sola vez lo haré – contestó molesto.
Hinata solo chasqueó la lengua sin decir nada más. Decidió no darle importancia al sentimiento de impotencia por no poder rematar como quería y al de tristeza porque finalmente sintió feo aquel comentario.
Normalmente no le afectaba la forma de hablar de Kageyama, muchas veces lo comprendía pero esta vez sintió que le estaba diciendo que nunca sería capaz de hacer aquella jugada.
Cuando regresaron a Miyagi el pelirrojo seguía sin dirigirle la palabra a su novio.
— ¿Me dirás por qué estás enojado? – insistió Tobio por milésima vez.
— ¿Recuerdas que dijiste que debíamos mejorar juntos para ser mejor equipo? – dijo Shoyo.
— Sí, aún lo pienso así – admitió sin comprender lo que quería decir.
— Entonces... – comenzó a decir con ojos llorosos — ¡¿Por qué demonios piensas que no podré hacer el ataque rápido con los ojos abiertos?!
— ¡Porque nunca lo hemos practicado así, idiota! – le respondió gritando.
Yachi los veía sorprendida, no sabía si debía intervenir o no. Para su suerte Shimizu estaba a su lado diciendole que debían arreglar eso entre los dos, si salía algo mal estaba Ryu o Chikara para detenerlos.
— ¡Lo haces sonar como si nunca lo fuese a lograr! – explicó Shoyo.
— Eres un tonto... Nunca dije eso... No tengo mucha idea de como podría ser... Pero supongo que encontraremos una forma – dijo Tobio más tranquilo.
Se acercó a Hinata abrazándolo porque parecía una bola naranja de mocos y lagrimas.
— Vamos... No pongas palabras que yo nunca dije en mi boca – siguió diciendo.
— E-es-estupido, Rey... – lloró Hinata regresándole el abrazo.
Tsukishima no dudó en utilizar aquel momento para reírse.
— Creí que dijeron que su relación no afectaría el equipo – se burló.
— Técnicamente no lo hizo, Tsuki... Se esperaron a regresar – explicó Yamaguchi.
— Callate, Yamaguchi... – le dijo con media sonrisa.
— Perdón, Tsuki – contestó sonrojado.
Aquello cortó de pronto el llanto del pelirrojo... Esas frases no habían sonado como normalmente lo hacían...
Volteó a verlos y lo supo.
— ¡Waaaa! ¡Finalmente ustedes están juntos! – dijo emocionado.
— No sé de que me hablas... – comenzó a decir Tsukishima.
— ¡Vamos! ¡Si están tan sonrojados! – siguió insistiendo.
Todos se habían reunido para molestar a aquel par.
Kageyama había sonreído porque al menos Hinata ya no lloraba. Lo volteo a ver pero éste había hecho un puchero que le decía que seguía enojado con él...
Así que cuando salieron de la escuela le prometió algo, algo que Kageyama Tobio no sabía que cambiaría su vida.
— Haré lo que quieras para que no estés enojado conmigo...
— Está bien, pero no debes enojarte en ningún momento aunque te pida cosas que no quieres – aceptó Hinata.
El pelirrojo solo quería algo divertido, no cambiarle la vida pero ambas cosas son buenas, ¿cierto?
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Secreto | Terminada |
FanfictionHinata Shoyo es un chico que acaba de entrar a la preparatoria, lo cual significa un nuevo comienzo donde nadie conoce su pasado. Por primera vez utilizaría el uniforme que lo representaba y entraría al equipo de voleibol, rezaría porque nadie desc...