Capitulo 12. Playa

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- Candy antes de recibir tu carta yo me encontraba desesperado, Susana era diferente, no solo era celosa y posesiva. Todos los días revivía la pérdida de su pierna, era como si al irse a dormir olvidara todo, cada mañana perdió el control y no entendía por qué no tenía su pierna. Su madre no solo me culpaba por eso, nada de lo que yo hiciera o dijera era suficiente. Cuando mencione lo del compromiso todo se calmó hasta que comenzó con su psicosis. Me encontraba trabajando cuando recibí la llamada del hospital. Susana y su madre se encontraban ahí.

Terry se veía serio, evitaba mirarme a los ojos, a veces solo se limitaba a ver por la ventana del vagón, cuando alguna parte le dolía apretaba sus ojos expresando su dolor al recordar.

- Cuando llegué la madre, Greta, lloraba inconsolable, no me podía explicar lo que sucedía, por mi mente pasaban muchas cosas, el que Susana hubiera intentado atentar contra su vida o alguna caída de las escaleras. Busque al médico, fue el que me pregunto si yo era Romeo, me extraño su pregunta y por alguna razón dije que sí. Me llevaron hacia un pasillo apartado de los demás pacientes, conforme avanzábamos escuchaba los gritos de Susana, me asuste mucho.

Terry paro de hablar por un momento, su voz no salía de su boca, sus ojos se cristalizaron. Me dolió mucho verlo así, extendí mis manos para tomar las suyas en señal de apoyo. El solo tomo aire y continuo.

- En cuanto entre a la habitación vi a Susana sujetada a la cama por sus brazos y su pierna, ella lloraba. Me quede paralizado al verla, al verme ella se tranquilizó y comenzó a actuar diferente. Se que has escuchado los rumores de que se volvió loca y temo decirte que son ciertos. Yo, Karen otros conocemos la forma en la que Susana interpretaba a Julieta y no era esa Julieta.

Gire a ver a Karen quien al parecer recordó a Susana y su estado, su mirada se tornó triste y con lastima. Albert le extendió un pañuelo para que se limpiara las lágrimas que escapaban de sus ojos. Karen solo le sonrió débilmente.

- Su mirada, su voz, eran diferentes. La enfermera me pidió que la tranquilizara, en cuanto paso eso, Dios mío, era como si la hubieran poseído, no solo eran los celos de que esa mujer me hablara, era enfermera y te veía a ti, te veía a través de cualquier enfermera o doctora, amenazaba con matarse si te me acercabas de nuevo. Le pedí una explicación al médico pero el solo se veía más confundido que yo. Dio órdenes de que la sedaran y me sacaran de ahí, y, y menciono interconsulta con psiquiatría. Aún tengo vivo el recuerdo de Susana gritándome "¡Terry!" "¡No te vayas con Candy!"

Su voz se cortó, Albert extendió su brazo por la espalda de Terry como una forma de confortarlo, después de darle unas palmaditas, Terry continuo.

- Fui con su madre que no paraba de llorar, otra enfermera le extendió un té para que se tranquilizara y funciono, el médico nos interrogó, Greta menciono que Susana estaba bien, había comido bien, como perdió peso por su depresión la animaba a comer con la excusa de que así le quedaría perfecto su vestido de novia. Susana estando sola se pudo poner su traje de Julieta e intento actuar como antes con ayuda de un bastón, su madre la veía de reojo por la puerta, pero no aguanto su peso por mucho tiempo y se cayó , su madre no sabe si se golpeó la cabeza o algo, pero dice que comenzó a templar en el suelo, su brazos y su pierna se pusieron rígidos, el medico comento que eso era una...

- Una convulsión.

Lo interrumpí al entender lo que quizás estaba ocurriendo con Susana. Ella no estaba loca, tuvo un accidente que le afecto en su cabeza.

- Sí, por primera vez pude reclamarle yo a Greta, pero el medico me regaño y me pidió que me calmara, salí furioso de ahí desesperado, ya no sabía que hacer, tenía tantas ganas de huir, aborrecía el trabajo, todos se encargaban de recordarme a Susana y en casa estaba Susana. Fui a la oficina para renunciar y llevarme el manuscrito de Vals de Candy, pero me entregaron tu carta y me dio la esperanza que había perdido, me dio la fuerza para seguir adelante y la valentía para contactar a la única persona con el poder para ayudarme.

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