"Un bailarín muere dos veces; una cuando deja de bailar, y esta muerte es la más dolorosa"
Es una rutina a la que Jungkook se ha sometido día a día al lado de un hombre al que odia. Sus emociones están al borde y su único escape es el baile. La danz...
Todo. Cada esencia. Cada parte. Si es de ti, es maravillosa."
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Namjoon no era el tipo de persona que se llevaba bien con los niños. He aquí un escenario que lo demuestra claramente.
"¡Rompiste mi regalo!"
"¡Así no se juega!"
"¿No sabes cómo hacer esto? ¡Jiminie sabía!"
Porque sí, era pésimo entreteniéndolos.
Como el vocero temporal de los Jeon, se le había encargado una de las tareas más importantes y esenciales hasta ahora, y era trasladar la montaña de regalos abandonados en el refugio, hasta sus dueños que se hospedaban en una de las propiedades de los Jung. Pan comido, ¿cierto?
La realidad era otra.
Porque lo primero que le habían señalado, era no haberse puesto un ridículo traje navideño. Lo segundo, que no repartió los regalos de una manera entretenida y tercero, había varios que no eran para los refugiados y debía llevarlos a la residencia de los Jeon, así que tenía a varios niños queriendo espiar y ver qué eran.
Y como no sabía cómo más distraerlos, decidió que podrían jugar algo en lo que esperaba que Jaehyun apareciera, pero para su infortunio, él no jugó demasiado en su infancia. No conocía ningún juego.
Así que los niños sugirieron intentar policías y ladrones en el patio de la propiedad, y Namjoon ya se había caído cinco veces corriendo de pequeños monstruos en miniatura.
Estaba exhausto.
Uno de los niños se lanza sobre él, gritando que lo había atrapado y tirando de su ya sucio suéter hasta el pequeño rectángulo que hacía de cárcel, y Namjoon silenciosamente agradece haber sido encontrado pues ya le dolía la espalda.
"Me estoy haciendo viejo..." Murmura para sí mismo, sentándose sobre la tierra al lado de una niña de su equipo. Ella se ríe pues lo ha escuchado, y se acerca al alfa con una sonrisa.
"¿Mucho trabajo?" Ella pregunta, curiosa. Namjoon mira a Yunjin al escucharla y suspira, asintiendo. La niña ríe bajito, palmeando su brazo. "Bueno... Al menos hacer estas cosas es un respiro."
"¿Qué cosas?"
"Ya sabes... Fingir que todo está bien. Hace que se sienta real." Ella mira a sus amigos gritar y correr por el patio, su sonrisa vacilando un poco y era la primera vez que Namjoon la escuchaba hablar como si fuese un poquito mayor. "El señor Seokjin... murió, ¿cierto?"
Namjoon se tensa.
"Sé que no nos quieren decir todavía, pero escuché a mis padres hablar." Ella explica, refiriéndose a los niños rebeldes. Namjoon suspira, sabiendo que no podía ocultarle nada y es que Yunjin era así de buena leyendo a los demás. "¿A dónde vamos a ir?"
