CAPÍTULO XIX

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"No me culpen, el amor me hizo volverme loco"

¿Cuántas veces Jungkook había estado en esta situación?

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¿Cuántas veces Jungkook había estado en esta situación?

Con manos en su cintura colándose bajo la camisa, labios en las clavículas y un cuerpo caliente pegado al suyo. La verdad ya no importaba.

¿Y qué si le gustaba intimar con este hombre? ¿Eso lo hacía un pecador?

Bueno, quizá. Porque la imagen de un Taehyung levantándolo de los muslos para ponerse en pie, besándolo y riendo con el más melodioso blanco, le hacía sentir que era cargado por nada más y nada menos, que la presencia misma de un dios a quien jamás debió mirar. Cuando lo deja en la cama, un poco lento para no ser un intruso en ese lugar, y mirando atentamente las reacciones ajenas en busca de algo que lo haga detenerse, siente el pecho frío.

Pero Jungkook sonríe y es hermoso. Le da permiso con galaxias en los ojos y Taehyung quiere adorarlo.

Con las manos solamente, obvio.

Hay mil y una estrellas allá afuera, estallando y convirtiéndose en agujeros negros que quién sabe, quizá algún día la humanidad pueda viajar por ellos. Son soles más grandes que el nuestro; infinitas son las masas en un espacio todavía más inmenso y en crecimiento. Con otras mil millones de realidades en las que quizá, Taehyung y Jungkook se encontraron también. Pero jamás pudieron verse con atención. Puede que incluso ni siquiera estuvieran viviendo el momento juntos como ahora.

Quizá por eso en esta realidad, en esta línea del tiempo en proceso, el universo les permitió encontrarse. Conocerse y odiarse.

Pero realmente, mientras Jungkook besa a Taehyung y lo atrae lo más que puede a su cuerpo, sus temperaturas volviéndose una sola con el roce de piel, no cree que sea real la aversión que se supone deba sentir cuando en su lugar sólo hay añoranza.

Por eso esto que pasará es tan importante.

"¿Puedo... quitarla?" pregunta Taehyung, besándole de nuevo el cuello y el hombro, tratando de apartar la camisa que estorba y es tan estúpido, Jungkook cree que es extraño que le pregunte si puede hacer algo que ya han hecho cientos de veces – mentira, no han sido tantas –.

Eso no quita que sonría y asienta, sintiendo la tela dejarlo y se siente un poco expuesto, preocupado por la mirada que Taehyung le da y sabe que está viendo sus costillas más marcadas.

De nuevo, lo dejaron solo, y tuvo una crisis existencial toda la semana por sus nuevos instintos a flote. ¿Se preocupó por la comida? No, claro que no.

Por eso Taehyung lo mira de esa manera y su mente imagina que va a irse, asquearse o burlarse. Que no hay manera de que alguien lo mire y le parezca bonito en ese estado. Sobre piensa, como cada vez que estaba desnudo frente al otro. Pero es Kim Taehyung y no sabe desde cuándo comenzó a pensar también que él jamás le haría algo así, porque éste sólo se acerca a besar sus mejillas ahuecadas, luego cada costilla y luego su abdomen. No hay pizca de lujuria en ello, sino simple calma. Porque sabe, joder si debe saber lo que al otro le preocupa.

PORCELAIN • KTH & JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora