A primera hora de la mañana, el auto de Caz estaba esperando afuera de su casa. Stephen iba tarde, pero si el alfa le daba un aventón, entonces estaba justo a tiempo. Observo desde la ventana de su habitación como le esperaba tranquilamente.
Llevaba una semana completa recogiéndole y llevándole a la escuela. Stephen insistía en bajarse una manzana antes para que nadie los viera juntos, pero el alfa no parecía preocupado por ello en lo más mínimo. De hecho, Stephen percibía que incluso parecía fastidiarle un poco.
—Buenos días —dijo Stephen, sonriendo levemente al montarse al asiento del copiloto. Caz le devolvió esa sonrisa. Cada vez era más natural, y, sin embargo, ambos se sentían nerviosos la mayoría del tiempo. Nunca hablaron sobre aquella vez que estaban juntos en su casa, cuando le dio aquel beso en la frente.
Y quizá era mejor así, quizá lo que menos necesitaba Stephen era que alguien le rechazara en esos momentos. Se hacia una escena perfecta. Caz levantaría las cejas levemente y le diría que estaba confundido, que lo sentía, que era amable porque existía una responsabilidad. Que podrían ser buenos amigos, si así lo quería. Stephen tenia ese dialogo memorizado, y estaba decidido a nunca escucharlo por parte del alfa. No lo deseaba. No pasaba nada con que fuera solamente el padre del bebé y nada más. Así que, como era usual, aparco una manzana antes. Estaba extrañamente silencioso aquella mañana. Stephen no se atrevió a preguntar nada. Le dio las gracias de manera cordial y luego agarro la manecilla para bajarse del auto. La puerta no cedió.
Caz trago saliva.
—Quisiera hablarte de algo —dijo, por lo bajo.
Stephen sintió frio, tanto frio que le entumeció las manos, la boca, la lengua. Ni una sola palabra saldría de su cuerpo. Estaba atado, nervioso. Amaba la voz de Caz, pero en ocasiones, odiaba lo que le hacia sentir.
Simplemente asintió. Un gesto mecánico, robótico.
—¿Te molestaría si le...explico todo esto a mi madre, y a mis tías? Me siento mal al mentirles, además mi tía Alexa es obstetra, y creo que te haría bien si te revisara. Sabe muchas cosas, y tu primera ecografía esta cerca así que se me ocurrió.
Caz recordaba que su primera ecografía estaba cerca.
Stephen lo había olvidado por completo.
Se permitió sentirse miserable, inhumano. Estaba esperando un bebe, y de tanto querer ocultarlo a veces lo olvidaba. Decidía con tanta fuerza no pensar en ello que su presencia pasaba desapercibida. Por favor no pienses que no te quiero...es solo que estoy desesperado, tengo miedo.
Su hijo aun no había nacido, pero Stephen ya sentía la necesidad de pedirle perdón.
Quisiera decirte que lo siento, que había miles de opciones mejores y que no debiste escogerme a mí.
—Si tu no tienes problemas, yo tampoco —respondió finalmente.
—Es que a veces...no sé. Hay cosas que no sabemos, y tengo miedo de que algo te suceda, a veces me preocupa que estés tan...
—Lo siento —respondió.
—No has hecho nada malo —respondió el alfa.
—Quiero ir a clase.
Solo quería salir corriendo, llorar, no entendía, no sabía, no quería.
Caz lo tomo del brazo con cuidado, pero Stephen se aparto como si quemara. La mirada en su rostro lo hizo sentirse peor. Otra vez tenia esa actitud arisca, detestable. Mal, mal, mal.
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Nuestro viaje a las estrellas ⌠Omegaverse⌡
Teen FictionStephen siempre ha tenido su vida planeada perfectamente. Lo único que necesita para estar bien es ser admitido en una universidad lejos de su familia, y desaparecer de su pueblo. Para su desgracia, cuando decide aceptar una apuesta para ir a una f...