Nuestro viaje a las estrellas ⌠Omegaverse⌡

VII

Mary Ann Derry acababa de llegar a la escuela de Caz, pero delante de ella, justo antes de llegar a la oficina del director se encontraba ya un muchacho joven, esperando.

—Buenos días —saludo ella.

El muchacho alzó la cabeza a modo de respuesta. Más tarde, Mary Ann se enteraría que se trataba de William, el hermano mayor de Stephen. Dos personas desconocidas que ahora estarían unidas para siempre, Mary Ann pensó entonces lo extraña que la vida podía ser en ocasiones. El día anterior, su mayor preocupación consistía en no conseguir vegetales frescos para la cena, y tan solo unas horas después, que su futuro nieto estuviese bien.

Ambos entraron al despacho del director. Un hombre calvo y cansado los recibió detrás de un escritorio. Después de describir la situación, explico a William que, debido al comportamiento general de Stephen, se pasaría la falta que había cometido.

—No deberían castigarlo, el rubio se merecía el golpe.

El director suspiró.

—No creo que esa sea la actitud más apropiada, señor James.

William alzó los hombros con desinterés.

—Hemos intentado contactar con Darrell, el padre de Stephen.

—No sabemos nada de ese sujeto desde hace seis años.

El hombre asintió, avergonzado de repente.

—No tenía conocimiento...

—Yo soy el tutor legal de Stephen, y en todo caso, Caz es mayor de edad por lo que tengo entendido, así que el muchacho puede hacerse cargo también.

—Tiene razón —respondió Mary Ann a su lado.

Se sorprendió a sí misma sintiendo simpatía por aquel hombre. Era fuerte, demandaba y era confiado como pocos hombres que ella había conocido. Todo lo opuesto a Caz, que era dulce y enternecedor la mayoría del tiempo. William James imponía fuerza y autoridad.

—Creo que ambos entendemos la seriedad del asunto, director. Y puede estar usted tranquilo de que la situación de Stephen no causará ningún tipo de problema a la escuela. Así que espero de su parte, que mi hijo y él puedan contar con su apoyo.

—Completamente —respondió el director. Miraba a Mary Ann directamente a los ojos, frente a ellos, parecía asustado. Ella se permitió sonreír.

Salieron de aquel lugar sin decir mucho más, pero Mary Ann aprovechó la oportunidad para presentarse con William antes de salir de la escuela.

—Es una pena que nos conozcamos en estas circunstancias, pero quería mostrar mi buena voluntad y apoyo con tu hermano. Nos encargaremos personalmente de que Caz se haga responsable de todo.

El alfa simplemente sonrió.

—No esperaba menos, y sinceramente se lo agradezco.

—Espero verlo pronto, William. Es bienvenido a la casa cuando desee.

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Stephen estaba escondido en la biblioteca, evitando a Caz nuevamente. Ya no se sentía tan asustado como el día anterior, pero sentía nervios, había recibido un mensaje del alfa en la medianoche.

"Mi madre y mis tías se lo han tomado muy bien. Por favor dime que estás bien, no estoy tranquilo"

Stephen le respondió escuetamente. Le explico que William también se había tomado las cosas de manera positiva, que estaba bien, y eso pareció tranquilizar un poco a Caz. No respondió nada más después de aquello. No paso por él en la mañana, y Stephen no pudo evitar darse cuenta de como todos en la escuela lo observaban de reojo. No escuchaba los murmullos, pero sabía que existían. Taladraban las paredes de la escuela hasta volverse parte del ambiente natural.