Inko y Mitsuki son mejores amigas que anhelan tener hijos a la misma vez y juntarlos cuando crezcan. Sus deseos se hicieron realidad cuando quedaron embarazadas casi a la misma vez.
Gracias a ese milagro, nació Izuku Midoriya y Katsuki Bakugo, sus ú...
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Era como si tan solo ayer estas hermosas mujeres dieron a luz a sus hermosos hijos, pero no es así. Uno de estos pequeños cumplía 2 años de edad mientras que al otro le faltaba cumplir 2 años.
—¡Mi hermoso Katsuki ya tiene 2 años y se le ven los dientes! — la mujer de cabello rubio cenizo apretó los cachetes de su hijo haciendo que este empezara a llorar. —Ush... Te quiero ver llorar cuando mami se vaya de viaje por una sección de fotos.
Katsuki dejó de llorar y miró a su padre para que este lo cargara. Masaru lo cargó y se acercó con su pequeño donde Toshinori estaba con su niño. Ambos hombres sostuvieron a sus hijos en sus regazos mientras las mujeres preparaban la decoración para el cumpleaños de Katsuki.
—¿Y cómo le va los diseños a su señora? — preguntó el castaño dándole un chupete a su hijo.
—Muy bien... Es más, le va excelente. — respondió el rubio viendo de reojo a Inko.
Mientras ambos hombres charlaban, las mujeres hacían los mismos. Hablaban de sus hijos, pero también sobre la gran oferta que había aceptado fuera del país.
—Me siento tan triste en pensar que dejaré a mi pequeño Izuku solito. — mencionó la mujer de ojos esmeralda con tristeza.
—Digo lo mismo, pero esta es una oportunidad para ambas. — dijo la rubio cenizo para animar a su amiga, cosa que consiguió. Todo esto lo hacían por sus hijos, lo sabían.
Las amigas habían terminado de decorar lo suyo para después llamar a sus esposos. Estos llegaron con los niños y se los entregaron a sus esposas.
—Muy bien. Masaru, tómanos una foto. — ordenó su esposa y el castaño asintió acomodándose los lentes.
Habían algunas quejas por parte del cumpleañero, pero al final se logró tomar la foto.
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