▪︎ Capítulo 19

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• 《¡¿Con él?!》•

El juego ya había acabado, pero a Katuski aún le picaba la mano

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El juego ya había acabado, pero a Katuski aún le picaba la mano.

—Oye, tranquilo... — le habló su novia, tratando de calmarlo.

—¿En serio? Te estoy diciendo que ese maldito imbécil me empujó... Y dos veces. No fue un accidente. — bufó él, amargo con la situación.

Ochako solo acarició su mano tomando un poco de agua y ofreciéndole al rubio cenizo, cosa que negó.

Fuera de ellos, Shoto estaba junto a Izuku, pensando en lo mal que había hecho. Tenía consciencia, y sabe, que lo que hizo estuvo demasiado mal. Primero, porque aprovechó que no iban a verlo. Y segundo... Porque sabía que no iba a quejarse.

—Me divertí mucho... — comentó el pecoso sonriéndole a Shoto.

—Sí. Lo mejor es que, ganamos.

—Con trampa cualquiera, ¿no?

Tanto Izuku como Shoto levantaron la mirada encontrándose con Katsuki. Shoto frunció el ceño a la misma vez que Katsuki cuando se encontraron con la mirada.

—Hmm... ¡Pero... Me divertí mucho! — chilló el de ojos esmeralda, queriendo que la nube gris que se asomaba entre su pareja y la del rubio cenizo desapareciera. —Hicieron que regresara a mi infancia...

El ojirubí frunció más el ceño, viendo el rostro sonrojado del mayor. Hace un tiempo, su corazón no latía... Ahora, late como loco. Pero supuso que era por la actividad realizada hace unos minutos. Sus ojos recorrieron el rostro ajeno, yéndose hacia sus labios... Carnosos y rosados. De repente, se cacheteó mentalmente, dándose cuenta de lo que estaba pensando.

—Oye, Katsuki... ¿Por qué dibujaste ese dragón? — preguntó intrigada Ochako, cortando las burbujas de su pareja.

—¿Tiene que haber un por qué? — solo lo había dibujado... No esperando más. —Pero ya que lo mencionas... Me hace recordar a la fiesta de disfraces que Eijiro organizó, en donde... — Katsuki pauso sus palabras mientras miraba a Izuku. —Donde el nerd cayó por las escaleras.

El de ojos esmeralda se avergonzó, recordando lo que con esfuerzo quiso borrar de su mente por ser tan vergonzoso:

Eijiro, en la secundaria invitó a todos los del aula por Halloween, aunque algunos no asistieron, la mayoría lo hizo. En la casa del mencionado, Izuku siempre paraba al lado de Katsuki, buscando una y otra vez una forma para que el ojirubí cayera a sus encantos. En una de esas, que quiso abrazarlo en las escaleras, Katsuki se hizo a un lado, dejando caer al pecoso. Y como Izuku estaba vestido de fantasma, el ojirubí no desaprobechó la oportunidad de burlarse del mayor:

¡No hace falta que lleves disfraz si ya estás haciendo el papel muy bien!

Fue una de las fiestas más vergonzosas para Izuku, él solo quería el abrazo de quien en ese entonces era su persona favorita... Y pensar que para el rubio cenizo, él solo era una diversión.

¡¿Con él?!  | Dekubaku | EDITADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora