Capítulo 29

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Ivory observaba al omega, se le notaba incómodo, realmente incómodo.

Lo olisqueó pero solo notó que parecía rehuirlo, habían llegado a una especie de acuerdo tácito. Mezclaban sus olores, compartían momentos tranquilos, pero ese día nada era tranquilo.
Reconocía que él era especialista en pasar por la vida intentando que nada le tocara, pero si había algo que le tocaba era el estado de ese omega. Desde el primer día que lo vio.

Lo recogió en su casa, era viernes y no quería dejar aquello así hasta el lunes, los fines de semana se le estaban haciendo complicados.

La paz de su casa, no era ningún bálsamo ya.

Pero el omega seguía igual, y volver a preguntarle qué le pasaba era absurdo, él hubiera gruñido si se lo hubieran preguntado a él. E imaginar al omega gruñéndole le hizo casi gracia.

En silencio caminaron a la escuela, y lo vio nada más llegar. Ese maldito alfa que tenía una relación demasiado estrecha con Oker los estaba saludando.

Incluso él se dio cuenta que el omega estaba raro, y los ojos oscuros del otro alfa lo taladraron, acusatorios, desde luego ese estaba siendo un viernes de mierda.

La única nota positiva era Kyle que se abrazó a sus piernas para luego salir disparado corriendo detrás de su amiga.

—Este fin de semana es la fiesta de aniversario de la asociación, ¿irás no? —preguntó Olson a Oker, al parecer Ivory ahora era trasparente y nadie le veía.

—No sé —dijo vagamente Oker, ¿qué diablos le pasaba? Parecía anestesiado, ¿le habrían hecho algo en aquella asociación?¿Ese alfa? Ivory comenzó a verlo todo rojo.

—Será divertido, Chase suele invitar a algunos peces gordos para sacarles la pasta —sonrió el alfa, demasiados dientes en esa boca— Thar y yo podemos ir a buscarte si quieres, seremos tus guardaespaldas.

Vale, Ivory ya había tenido suficiente.

—Iré yo —dijo pareciendo un imbécil, ese alfa era lo que quería conseguir, tampoco era tan estúpido.

Oker le miró, por primera vez en todo el día.

—Es una cena de fiesta, no tienes porque hacerlo, no es necesario.

Ivory quería abrazarlo, pero no sabía si por el omega o por él.

—Iré yo —volvió a repetir como un alfa cavernícola.

—¿Ir a dónde? —El que faltaba, Buddy, el omega contestatario.

—A la cena de mañana —contestó el alfa al que tendría que acabar partiéndole la cara—, como pareja de Oker.

Buddy sonrió, ¿ese día todos tenían demasiados dientes?

—Perfecto, ponte guapo y lleva un bonito cheque de donativo —dijo el omega, haciendo que Oker pareciera del todo avergonzado y quisiera decirle de nuevo que no tenía que hacerlo.

—Así será —sentenció seco Ivory atrayendo a Oker más hacia sí, estaba dando justo la imagen que esos dos querían. Y aún así, no iba a echarse atrás.

—Podría ir también el alfa de Milo, tengo ganas de conocerlo, es amigo tuyo, ¿no? —Y si Ivory había pensado que ese tal Olson estaba siendo un grano en el culo para él, el tono con el que dijo alfa estaba lleno de algo que le desagradó, de otro modo.

Sin embargo, fue la cara de Buddy la extraña, casi podría decir que tenía algo en contra de Zec. Que él supiera nunca se habían conocido.

—Pues decidido, nos vemos todos mañana —concluyó Olson dando una palmada satisfecho —¡Vamos, nena, nos vamos a casa!

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