Capítulo 36

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Milo estaba esperando junto a Zec a que Elsa les atendiera, para su sorpresa, la relación entre ellos había mejorado desde la noche de la fiesta y la conversación que habían tenido.

Cuando Milo salió de la casa de Buddy a la mañana siguiente, volvió a la que compartía con Zec.

Aún seguía siendo su casa, y contemplarla ahora sabiendo que pronto tendría que buscar un lugar propio le hizo temblar de miedo.

Una cosa era la valentía que había sentido la noche anterior, otra la realidad.

La noche, o las horas que había pasado con Buddy habían sido especiales, nunca pensó poder sentir lo que había sentido en sus brazos. Pero la luz del día, trajo la realidad. Una realidad que él ya conocía.

Buddy no mantenía relaciones estables con los omegas con los que se acostaba, él ya conocía a suficientes omegas que habían pasado por su cama.

Estaba bien, nunca se había sentido más sexy, más deseado, más especial.

Se lo agradecía y se lo pondría fácil, ningún drama, le abrazó con fuerza antes de salir de su casa aún sintiéndolo por todo su cuerpo.

Sabía que Buddy era una buena persona, y estaba seguro que no le haría daño conscientemente, por eso entendió que cuando le pidió que se quedara lo hacía porque sabía lo que habría en su casa.

De nuevo, ese era su problema, y estaba aquel jueves en la asociación para tratar de resolverlo.

Los mensajes de Buddy esa semana fueron muy agradables, pero cuando Zec y él llegaron y lo vio hablando con un omega que parecía levemente sonrojado. Lo que sintió en sus entrañas no le gustó, aunque ya lo hubiera sabido.

Buddy era así, no pasaba nada, no pasaría nada.

Milo le sonrió, pero Buddy no le devolvió la sonrisa del mismo modo, sino que miró a Zec.

Milo sabía que lo que había hecho Zec no estaba bien, de hecho, le había hecho mucho daño con sus secretos. Pero al parecer, él tampoco lo había pasado nada bien.

—A tu novio le caigo mal, ¿no? —dijo Zec con un leve rastro de humor.

Milo parpadeó, desde que Zec se había sincerado también había cambiado, como si la carga que llevaba siempre que estaba a su lado se hubiera desprendido.

Cualquier alfa, aunque ya no quisiera a su omega, no bromearía con el tipo con el que este había tenido una aventura. Su lado alfa y dominante, dudaba que se lo permitiera. Pero allí estaba Zec hablándole casi como si fuera un amigo, un amigo cercano y no su alfa.

Un leve rastro de pena le quiso acariciar, pero Milo se resistió, ellos nunca habían sido otra cosa, y ahora parecía que al menos que podrían ser amigos, y eso era algo que Milo podría aceptar.

Sí, Zec le había gustado nada más verlo, incluso antes de que sus padres se lo presentaran ya le gustó sobre el papel, y eso solo hablaba de lo que como omega se esperaba de él.

¿Pero realmente estaba enamorado de Zec? No, la respuesta era no. Ellos ni siquiera se conocían para que eso pudiera haber ocurrido, ahora lo sabía.
Pero, ¿qué era lo que él realmente quería?

¿Un alfa? Miró a Buddy, nunca se hubiera imaginado que un omega pudiera gustarle, pero también, nunca había conocido a alguien como Buddy.

Y miró al resto de omegas, algunos eran realmente hermosos, pero no sentía nada más por ellos.

Sin embargo, cuando Oker e Ivory llegaron, Milo sonrió. Oker le había contado que Ivory le había pedido vivir con ellos. Milo se alegró, estaba claro lo que ambos sentían. ¿Era eso lo que él quería? Ya no lo tenía claro, miró a Ivory. Era un alfa muy atractivo, y parecía que algo en él se había relajado. Anteriormente, le asustaba tanto que ni siquiera lo había podido percibir de otro modo.

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