Capitulo 20

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Una vez nos bajamos del bus ya enfrente de la mansión me dirigí al cuarto a ducharme, quería hacerlo lo antes posible ya que quería hablar con Gabi para disfrutar de la fiesta juntos.

Tras darme una ducha de esas que me encantan, estuve hablando con los chicos sobre lo que tenia pensado hacer de hablar con Gabi. Me dijeron que era muy buena idea, y que debería hacerlo cuanto antes, así, como ellos estaban 100% convencidos que lo lograríamos solucionar, podíamos pasar la fiesta juntos, y quién sabe, quizás hasta podría declararme. Pero eso son ideas más lejanas, lo primero es lo primero y es arreglar las cosas con Gabi.

Me puse la ropa para la fiesta, la cual era, unos vaqueros gris oscuro, junto a una camisa blanca y unos zapatos negros. Me aseé rápido y fui directo al cuarto de Gabi.

Una vez llegue allí inspire profundamente y llame, era una llamada que siempre había con Gabi, como la de la película de Frozen, cuando Ana está cantando la canción de "haz me un muñeco de nieve". Estuve un rato esperando a que alguien abriera, y entonces comencé a oír unos pasos viniendo hacia la puerta para abrirla. Una vez la puerta se abrió me encontré con Aitor, lo cual me desilusionó un poco, pero no iba a evitar que hiciera lo que tenia pensado hacer.

-Hola Aitor-comencé diciendo

-Hola, ¿Que quieres?

-¿Esta Gabi en el cuarto? Es que quiero hablar con él.

-Si está, pero no te voy a dejar que hables con él.- su respuesta me sorprendió bastante y no tarde en preguntar.

-¿Porque?

-Mira Ricardo- comenzó a decir mientras entrecerraba la puerta- ¿Tú no te has dado cuenta aún verdad?

No tenia ni idea de a qué se estaba refiriendo ¿Darme cuenta de que? Si llevaba una semana sin hablarme con él. Aitor al ver mi confusión prosiguió con la explicación.

-Tu no sabes todo por lo que ha pasado Gabi por tu culpa, para comenzar, cuando cogiste y te largaste para el Celesta Galaxy, no sabes lo mal que lo paso. Los primeros días se mostraba sereno e indiferente, y ninguno nos dábamos cuenta de la profundidad del agujero que se estaba creando en el interior de Gabi. Pero una tarde que fui a su casa, lo vi con un cuchillo en la mano, y el brazo lleno de sangre. Si Ricardo, lo estaba haciendo, por suerte logre ayudarle para que evitara volver a hacer eso pero no estoy muy seguro de si lo logre. Aunque no es todo, trate de ayudarle con el bullying pero no lograba nada, ya que Gabi no me dejaba, para "protegerme" pero lo único que hacía era sufrir el solo, a todo esto, mostrando siempre una sonrisa en la cara. Y aún encima, otro día que iba a visitarle a su casa para preguntarle qué tal estaba yendo con la depresión que había comenzado a desarrollar, nadie me abrió la puesta. Me asuste, más que ningún otro día en mi vida, forcé la puerta y ahí me lo encontré, desmayado en el suelo, ya que al parecer, llevaba dos semanas sin probar bocado. Y esto es solo lo que paso cuando tú estaban en el Celesta. Ya ni hablemos lo mal que lo ha estado pasando esta semana, ataques de ansiedad, depresión incluso tengo la sospecha de que está volviendo a... - confesó desviando la mirada- ¿Y todo porque? Porque al niñato de los Di rigo le ha dado la gana de hundirle en la miseria. Él te quería, y mucho, y te sigue queriendo, y la verdad no entiendo como, con todo lo que le has hecho pasar. Ahora si me disculpas- y de esta forma volvió a entrar al cuarto para comenzar a preparase para la fiesta.

No me lo podía creer, ¿En serio Gabi había tenido que pasar por todo eso por mi culpa? Definitivamente si, yo era un monstruo y no me merecía nada de lo que me había pasado en la vida, y mucho menos Gabi. Era increíble todo por lo que le había hecho pasar, me sentía fatal. Mientras pensaba esto se me comenzaba a firmar un nudo en la garganta y para evitar llorar con todos pasando, me fui a aquel lugar.

El viaje que lo cambió todo | Inazuma elevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora