Capitulo 17

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No fue muy buena noche, pero por suerte al día siguiente no tenia ojeras y me pude comportar con normalidad. En cuanto fui a desayunar, vi a Gabi con su habitual sonrisa, hablando con Aitor. Volví a sentirlo, como me volvían a clavar varios cuchillos en el pecho, justo en el lado del corazón. ¿como no le podía haber afectado lo que pasó? Intente no pensar demasiado en ello y ponerme a desayunar, pero no logré comer mucho ya que no tenia demasiada hambre.

Cada vez fui a peor, y se me hacía más complicado esconderlo. Comencé a comprarme maquillaje para tapar las ojeras y que Gabi no notara lo mal que estaba, porque si a él no le afectaba, a mi tampoco. Las comidas cada vez se me hacía más complicadas comerlas, así que como no quería que nadie me dijera nada, me saltaba algunas comidas con la excusa de tener sueño.

Víctor siempre trataba de evitarlo, ya que él no se tragaba mis mentiras. Además tenía que ocultarle a Arion y a JP lo que hacía, ya que con lo inocentes que eran, no sabrían reaccionar a ello. Víctor me obligaba a comer, y siempre lo tenía pegado a mi, pero normalmente lograba escaparme para vomitar. A todo esto Gabi seguía con Aitor y Lucien a su lado riendo y con esa sonrisa suya que tanto me gusta.

En los entrenos siempre me mantenía firme, con una sonrisa en la cara, tratando que se notara lo menos posible el estado en el que me encontraba. Pero todos los días tras el entreno me quedaba a solas en el baño con Víctor, a veces también estaba Arion. Siempre lloraba con ellos a mi lado. La verdad les agradecía demasiado lo que estaban haciendo por mi, no me podía creer que tuviera amigos tan buenos como ellos.

Una de las noches ya no puede contenerme, y me desperté con una pesadilla. Era otra vez como la de aquella noche, Gabi se estaba alejando de mi, y yo no podía hacer nada para que se quedara, en cambio esta vez iba hacia Aitor. Y me quedaba solo, ahí, en aquel oscuro pasillo.

Me desperté en la cama, sudado y con lágrimas, no estaba acostumbrado a tener pesadillas, pero cuando las tenia, se las contaba a Gabi, aunque esa vez no podía hacerlo. Me dirigí al baño a darme una ducha y aclarar mis pensamientos. En cuanto salí me encontré a Víctor despierto.

-¿Que una pesadilla?- me dijo, yo asentí.-No te preocupes, es normal, si me pasara lo mismo con Arion, no sé qué haría.

Esto último lo dijo mientras miraba al centrocampista con esos ojos de adolescente perdidamente enamorado que solía tener la gente, a todo esto, él se dio cuenta de mi cara y comenzó a excusarse lo antes que pudo.

-No, no y no Ricardo Dirigo, no es lo que estas pensando.- añadió mientras se comenzaba a sonrojar.

-¿Y si no es lo que parece porque te sonrojas y te excusas sin que diga nada?- le dije mientras esté se volvía cada vez más rojo.

-Porque, porque...- al darse cuenta de que le había arrinconado se confesó- vale, si es lo que piensas pero más que vale que te calles, sino te meteré un balonazo que ni Gabi te logrará espabilar del golpe.

-Vale vale- dije entre risas- puedes llegar a ser muy agresivo eh Victor.

Y tras esta, como llamarla, amigable conversación, nos fuimos a dormir. Después de esto no me volví a despertar en toda la noche.

El viaje que lo cambió todo | Inazuma elevenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora