Los mitos pueden ocultar muchas cosas. Ellos son parte de uno, uno grande y pequeño a la vez. Son prueba de que lo imposible puede suceder, pero lamentablemente a veces.... Las cosas no siempre terminan como se esperan.
Pandora es un mundo desconoc...
Miró sus manos, sus pies y ropas. La calidez del sol, la brisa fresca del viento y la sensación del pasto sobre su piel le trajeron recuerdos nostálgicos.
Había regresado al lugar que había creído no volvería a ver. Eso sólo significaba una cosa.
Pequeña Eith, ha pasado un tiempo...
La voz misteriosa que le enseño gran parte de su historia resonó por todo el sitio. No había una forma física, no permanente, pero estaba. Él estaba ahí.
-creí que no volvería a verte, Nix
Empezó a llorar mientras recordaba las palabras de su ancestro. Fénix no se extinguió por completo, porque tenía razones para seguir existiendo. Una parte de él seguía viva. Aún así existía una realidad. La supervivencia de la mística ave inmortal pendía de un hilo, un fino y frágil hilo.
Me extingo....... Mi flama no deja de bailar..... Y no puedo detenerla....
Conexión. Esa era la clave.
Pero a pesar del tiempo que llevaban viviendo en Pandora no pudieron conseguirla. No sólo se trataba de algo espiritual, debía ser físico, emocional.... En pocas palabras, especial. La conexión del ave de fuego dependía de la de sus descendientes y, lastimosamente esta, no había sido muy gratificante
-lo siento...
Lo decía con tanta pena y tristeza, sollozo. Lo habían intentado, más de una vez, pero siempre había algo que les impedía ser parte de Pandora. No quería que él se fuera, no quería perderlo, no era justo.
Los problemas aún no terminan. Se acercan........
Poco a poco el prado se fue volviendo borroso. Estaba despertando.
Eithne gritó el nombre de su amigo una y otra vez, no obtuvo respuesta. Tenía miedo, no quería dejarlo solo. Después de tanto tiempo volvieron a hablar y estaba segura de que estaba herido, dolido.
-¡FÉNIX, NO ME DEJES!, ¡NO OTRA VEZ!
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Lo que sentí al despertar fue al piso recibiendo mi llegada. Caí al suelo con cero elegancia y sutileza.
Estaba llorando. ¿Hace cuanto no lo veía? ¿Desde cuando no escuchaba su voz?
Mire mi alrededor dándome cuenta de que estaba en mi marui, el sol estaba en su punto, posiblemente era medio día.
Oh no...
Lo recuerdo. Lo he recordado.... ¡Todo!
Lo sabe. Me vio... ¡me vieron!......
Me retuerzo en el suelo tras tragarme las ganas de gritar por mi repentina revelación y por el dolor muscular también.
Esperen....
¿Y los chicos?....
-Spider... Aonung...
Soportando la tensión en mis huesos y su crujido me levanté. Casi caigo de nuevo, pero me mantuve firme. Debía verificar que siguieran vivos sino, mi descontrol no tendría sentido. Seque mis lágrimas, respiré y exhale tratando de relajarme.
Salí corriendo cual loca de la tienda. Corrí y corrí por el camino flotante, casi tirando a la gente que me encontraba, lo cual era ridículo ya que soy una enana a comparación de ellos.
Entonces, la vi, Kiri se estaba acercando. Corría al igual que yo. Juro por la gran madre que tenía muchas ganas de llorar otra vez. Antes de poder decir algo, ella me jaló de una oreja.
