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La verdad

La verdad

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(Willow)

—¿Tres días de suspensión? Sé que mi hija puede dejarse llevar por sus emociones pero...

—Perdón por interrumpirla, Sra. Kováč pero la escuela está obligada a hacerlo. ¡Valeria pudo haber herido gravemente a esas estudiantes! La suspensión es el castigo menos grave que se le puede dar. ¿Hay algo pasando en casa?

—Mi... marido falleció hace una semana en un accidente. Él y Valeria eran muy unidos.

—Lamento mucho su perdida. Quizá la mejor opción para usted sea tratar a sus hijos con un terapeuta. Conan tiene bajas calificaciones y Valeria no puede seguir desquitandose con sus compañeros.

—¿Se refiere a un psicólogo?

—Si no fuera mucha molesta. Mire, entiendo perfectamente por lo que está pasando y criar a dos adolescentes completamente sola no es tarea fácil. Consideré esta opción, se lo recomiendo como madre y no como docente —la directora me ofreció varios folletos antes de salir de su oficina y encontrarme a mis dos hijos sentados con cabezas gachas.

—Vamos, niños.

(Val)

—¿Por qué no me contaste nada de ustedes dos? —dice Conan, caminando de un extremo a otro como si el mundo fuese a acabar.

—¡Por qué no hay un "ustedes dos"! Mira, estuve muy ocupada pensando en lo que paso en la escuela, no tuve tiempo suficiente para ir con el chisme.

—¡Ay, bueno! ... ¿Y estás segura de lo que viste?

—¿Me estás llamando esquizofrénica? ¡Sé perfectamente que alguien me estaba viendo! ... O bueno, que alguien nos estaba viendo —gruño por la frustración— Dee también dijo lo mismo, pero es un idiota oxigenado así que no importa lo que él opine.

—¿Y qué vas a hacer?

—Tengo que averiguar quién es, aunque eso signifique quitarle la emoción a mis días —Conan hace una mueca.

—...A veces me preocupas.

—¡Déjame vivir la vida! —exclamo, alejando el plato de comida frente a mi. Mi hermano lo toma y devora lo que deje antes de irnos.

—Buenos días, niños —mi tía Kara entra a la cocina con su taza de café para ser llenada— ¿Tomaste tus pastillas, Vale?

—Sí, señora.

—¡Te he dicho que no me llames así!

—Está bien, patrona —mi tía niega con una sonrisa. De pronto, mi madre entra también, viendo su teléfono y haciendo poco contacto visual con nosotros.

—Recuerda que tienes práctica con el violonchelo. Estaré en la funeraria por si me necesitan —dice ella, apenas volteando a vernos. La práctica de violonchelo es para mí. Odio el violonchelo.

𝐒𝐢𝐧𝐢𝐬𝐭𝐞𝐫 𝐆𝐢𝐫𝐥 | DEE > Metal FamilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora