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Déjà vu

[Dos años atrás]

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[Dos años atrás]

(Val)

Y siguiendo con las desgracias de mi vida...

Un día salí de casa para despejar mi mente. Era de noche y todo estaba oscuro, desde luego. Me la pase por un parque cercano para mirar a la poca gente que se quedaba a esa hora. Nada fuera de lo común.

De pronto, sentí algo extraño. Alguien me miraba y fue tan fugaz que me tuve que levantar del suelo para verificar que todo estuviera en orden. En ese momento de mi vida, la sensación de ser acosada era tan satisfactoria para mí que ni siquiera me molestó, dejaba que sucediera como una idiota.

Ese aspecto de mi personalidad es el que más odio y el que más conflictos me ha traído.

Mi siguiente cita en el psiquiatra sería al día siguiente y siendo honesta, no estaba emocionada al respecto. Esperaba que de alguna manera el tiempo parará y fuera de noche toda la vida, para ver el cielo todo lo que fuera sin preocuparme por nada.

Me sentía tan sola que pensé en no volver a casa y quedarme en el parque durante toda la madrugada. Sentada en el césped, rodeada de árboles y oyendo a los grillos. La paz que sentí en ese momento era similar a la que mi papá solía darme. Sus charlas de horas, sus palabras reconfortantes y la manera en la que me animaba se repetía esa noche.

No pude evitar llorar justo ahí, viéndome como una loca para los que pasaban ocasionalmente.

Lo extrañaba tanto que encontraba cualquier mínima cosa relacionada a él, aún fuera un simple bicho. Todavía lo extraño y pienso en él todos los días buscando incansablemente esa paz una vez más.

Y no, no regrese.


[Actualidad]

—Hey, Val —Iván llega corriendo hacia mi, deteniéndose a respirar— Uff, ¿está bien si te acompaño a casa?

—¿Ah? ¿Por qué quieres hacer eso de repente? —la alarma en mi cabeza que me dice que tenga cuidado se activa.

—De hecho, Conan me pidió que te acompañará —claro, el hermano gemelo que tengo y el cual no me comí dentro del útero— Puedo hacerlo si quieres, tampoco voy a obligarte.

El tiempo a solas siempre te da la tranquilidad necesaria para reflexionar sobre tu vida y eso es lo que menos necesito hoy.

—Sí, claro. ¿Pero qué no tu casa queda lejos? ¿No llegarás tarde? —hace un ademán para quitarle importancia, ignorando así sus preocupaciones.

—¡No te preocupes! No hay nadie esperándome —bueno eso suena interesante— Y dime, ¿cómo te ha ido?

—Bien, creo. Los exámenes del segundo período me están matando.

𝐒𝐢𝐧𝐢𝐬𝐭𝐞𝐫 𝐆𝐢𝐫𝐥 | DEE > Metal FamilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora