fem OC X CANON [Esta es una historia larga]
🔪🔪🔪🔪
Valeria, o mejor conocida como Lilith tiene que aceptar hacer un trato con el chico que más odia, Dee Shvagenbagen.
¿De qué tratará?
× × × × × × × × × ×
Fanfic hecho con el único propósito de ent...
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(Dee)
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Llegando a casa lo primero que hago es tirarme al sofá, con la esperanza de caer sobre la mesa de cristal y morir.
—¿Dee? —mi madre llega a la sala, con su taza de café y en pantuflas— Ya son casi las doce.
Me da un golpe en la espalda con su pantufla, pero no hago nada además de parecer un cadáver.
—Mmm.
—Conozco esa cara... ¿Ahora qué tontería hiciste? —nacer.
—Mmmm.
—No salió bien, ¿cierto? —hace mi cuerpo a un lado, ocupando una parte del sofá para sentarse.
—Déjame en paz, mamá.
—¿Y qué? ¿Vas a pudrirte en el sofá? Es nuevo, y no podemos llevarlo a lavar —levanto la cabeza, para mirar a mi madre— Ya dejaste la cara en la almohada. ¿Qué te paso?
—La cague, mamá.
—¿Qué hizo tu novia? ¿Te pego? ¿Te humillo públicamente?
—La engañe.
—... ¿Qué? ¡Te dije que la terminarás antes de ser un idiota! —vuelve a pegarme, ahora más fuerte— Ahora tienes que terminarla y salir con la otra chica. Es una chica, ¿cierto?
—Sí, mamá pero no es una chica cualquiera... Fue Valeria.
—¡Woow, woow, woow! —es tan malo como suena— ¿Qué carajo estaban pensando?
—Ella no tiene la culpa, solo yo...
—¡O sea que aparte de engañar a tu novia con tu mejor amiga, lo hiciste en contra de su voluntad! Te pueden arrestar por eso, lo sabes, ¿verdad? —la ansiedad invade mi cuerpo. Me siento normalmente, apoyando la cabeza sobre mis manos.
—Soy un idiota, ya no sé que hacer.
—Pues tienes que hablar con las dos antes de que te arresten por acoso.
—¡Pero ninguna va a querer hablar! Estoy jodido.
—¡Lamentarte tampoco te servirá de nada! Habla con ellas, o acabarás en una situación mucho peor. No eres la única víctima en esta situación y aunque sea aterrador, tienes que tomar la responsabilidad de tus actos. Todavía estás a tiempo de cambiar antes de acabar siendo un completo patan.
—... Pensé que te burlarias.
—Hay momentos para eso, sigo siendo tu madre y debo decirte cuando lo estás fastidiando. Son cosas de ser un adulto y blablaba.
—Gracias, mamá.
—Sí, sí. Ve a dormir antes de que tu padre vea la mancha de delineador que dejaste en el sofá, y limpiate la cara. Te ves horrible.
