Un nuevo día empezaba. Los primeros rayos de sol, se filtraban a través de la ventana, para entrever la silueta de un castaño bellamente durmiente.
Cuando la habitación estuvo completamente iluminada, abrió los ojos y miró fijamente la pared. Suspiró, pensando que era lunes por la mañana de nuevo. Por lo que eso significaba, que el fin de semana, había llegado a su fin.
Lo que resultaba, otro fin de semana más sin noticias de él.
Y así, queriendo prolongar un poco más ese tiempo, volvió a cerrar los ojos acurrucándose contra las sábanas, con la mínima esperanza de que le llamaran diciéndole que al fin habían podido localizarle y volvía a casa.
Toc. Toc. Toc.
Arthit abrió los ojos de inmediato, quedándose quieto sin respirar, ¿era posible? ¿Su deseo se había vuelto realidad?
- Arthit, hijo, llegarás tarde. – La suave voz de su madre llegó hasta él, recordándole de nuevo que era lunes.
- Voooyyy... - Se removió perezoso, dándose la vuelta en la cama, mirando la fotografía que había encima de su escritorio. - ¿Dónde puñetas te has metido?
Observando todavía la fotografía, arrojó con lentitud la sábana fuera de su cuerpo y se movió lentamente saliendo de la cama. Arrastrando los pies, llegó hasta baño, de donde veinte minutos después, salía para hacer de cualquier forma la cama.
Dejó su habitación diez minutos después, vestido y con el pelo todavía húmedo, pero arrastrando todavía un enorme sueño. Bajaba lentamente las escaleras cuando escuchó a sus padres hablar.
- Esta noche vienen a cenar Kla y Nit. – La voz de su madre llegó hasta donde estaba, quedándose quieto escuchando un poco más la conversación.
- Pero hoy es lunes y mañana tenemos que madrugar.
- Lo sé, pero dijeron algo sobre Kongpob y quiero recibir las noticias también. – Las orejas de Arthit se ampliaron haciéndole despertar de golpe. Empezó a correr entrando abruptamente en el comedor.
- ¿Lo dices en serio, Mae? – Arthit miró fijamente a su madre parado en medio del umbral de la puerta.
- Buenos días para ti también, hijo. Y sí, Nit nos quiere dar noticias a tu padre y a mí.
- Esas no son formas de dar los buenos días, jovencito. – Regañó el mayor.
- ¿Les preguntarás, Mae? ¿En serio? – Arthit no hizo caso a su padre.
- Si, pero ahora desayuna. – Y obedeciendo, Arthit se sentó en la mesa y empezó a desayunar.
- Cariño, ¿por qué necesitas saber sobre Kong? – Preguntó Mud a su mujer.
- ¡Oh! Pues porque estoy preocupada por Arthit. – Arthit la miró con las mejillas hinchadas llenas de comida y con ojos llenos de confusión. – Está más descentrado que nunca, sus notas han empezado a bajar y, de momento, no nos ha presentado a ninguna chica. Nunca ha tenido novia y no tiene más ambiciones aparte de encontrar a Kong. Pensé que si tenía un poco de suerte y consigo noticias de Kong, quizás espabile un poco y mejore su actitud ante la vida, pueda conseguir una linda novia y sus notas se recuperen.
- ¡Mamá! – Arthit levantó la voz indignado.
- Sabes que tengo razón. – Ella dijo con tono enojado.
- Realmente vosotros no lo entendéis, - empezó su lamento. – No sabéis lo que se siente cuando tu mejor amigo, tu hermano, decide irse a estudiar al extranjero, en un viaje que tenía planeado desde hacía mucho tiempo, pero del que nunca había dicho ni comentado nada. Y así, de un día para otro, desaparece sin dejar rastro. No contesta a ninguno de tus mensajes y cuando le llamas no de señal.
![](https://img.wattpad.com/cover/337999729-288-k619692.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Secreto
Fiksi PenggemarArthit y Kongpob se conocen desde hace muchos años. Pasaron juntos su infancia y parte de la adolescencia, hasta que Kongpob, se fue a estudiar al extranjero sin dejar rastro. Años después, Arthit ha dejado de ser un adolescente y por fin va a la un...