DESPERTAR (MERAKI I)

CAPÍTULO 12

HOLI!

OS TRAIGO UNA SORPRESA....

COMO ESTE CAPÍTULO ES CORTITO, OS VOY A REGALAR UN MINI-MARATÓN Y VOY A SUBIR EL 13 EN UNOS INSTANTES. 

OS ASEGURO QUE EL FINAL DEL CAPÍTULO 13 OS VA A DEJAR CON GANAS DE MÁS :)

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En el transcurso de unos segundos, Amberly pasó de estar sentada en el suelo, mirándome con ganas de matarme, a levantarse y darme una bofetada tan fuerte, que me obligó a girar la cara. Durante unos segundos, solo pude oír un fuerte pitido en mis oídos, mientras el sonido de la palma de Amberly sobre mi cara se repetía en mi cabeza una y otra vez.

El agarre de Leo se aflojó totalmente, pero siguió sujetándome las manos, indicándome que las mantuviera escondidas. Supuse que su idea era la de alejarse si Amberly se ponía demasiado violenta y dejarme allí a su merced.

Alcé la vista de nuevo, encontrándome con los ojos de aquella chica destilando odio hacia mí. Algo me decía que su enfado no había disminuido lo más mínimo tras la bofetada que acababa de darme. Mis sospechas se confirmaron cuando vi cómo su mano comenzó a acercarse a mí de nuevo. En aquella ocasión, con mis manos liberadas y sabiendo lo que estaba a punto de suceder, alcé el brazo agarrando su muñeca e impidiendo que su mano volviera a impactar con mi cara. Puede ver, por la sorpresa que se dibujó en sus ojos, que aquello no era para nada lo que se esperaba.

- ¿Cómo te atreves a tocarme, escoria humana? – exclamó dando un paso hacia mí con la palma de su mano extendida en mi dirección. Parecía dispuesta a hacerme pedazos, pero no pudo dar más de dos pasos porque, de repente, una ráfaga de aire atravesó la cafetería tirando todo lo que había sobre las mesas al suelo y levantando el caos más absoluto. Era como si alguien hubiera abierto una ventana en un día de tormenta. Los gritos asustados de los alumnos se camuflaron entre el ruido que el aire había generado. Parecía que el edificio se fuera a caer en cualquier momento. Pero, para sorpresa de todos, el viento desapareció tan rápido como había aparecido. Rápidamente, apartándome el pelo de la cara, comencé a buscar el origen, pero todas las ventanas estaban cerradas. Era como si hubiera aparecido de la nada.

Delante de mí Alex sujetaba con fuerza el brazo de Amberly. Si miraba con atención, estaba segura de que la piel bajo sus dedos estaba blanca de la presión que ejercía, pero ella no decía nada. Solo miraba al suelo como si supiera que el chico que tenía a su lado estaba enfadado con ella.

-Se acabó el espectáculo- dijo este. Con un gesto indicó a los chicos que tenían sujetos a mis amigos que les soltaran y luego obligó a Amberly a que se diera media vuelta, dándole un empujoncito en la espalda para que se fuera. A su lado aparecieron Karen y Jessica y en menos de un minuto ya habían salido de la cafetería.

Tyler, Daniel y Lucy se situaron a mi lado en menos de un segundo.

-Vaya- dijo Leo- parece que le habéis enseñado vuestras malas costumbres a la nueva.

A su lado Charles me miraba fijamente. Sus ojos bajaron hasta mi garganta, pero su expresión siguió en blanco. Ninguno de los cuatro dijo nada, y nos limitamos a sostenerles la mirada.

-Ay, rubia- dijo Alex tras unos instantes- mira que te lo hemos advertido. Tengo la impresión de que más de uno se va a divertir haciéndote inclinar ante nosotros.

Mi mirada se encontró con la suya haciéndole saber que no se lo iba a poner nada fácil.

Salir de la cafetería fue como un soplo de aire fresco. Tras el enfrentamiento, habíamos salido a toda prisa de allí porque o último que necesitábamos era quedarnos en la cafetería rodeados por todos los alumnos de la élite. Lo que significaba que tendría que comenzar el día sin siquiera haber podido desayunar.