DESPERTAR (MERAKI I)

CAPÍTULO 19

¡¡HABEMUS NUEVA PORTADA!! ¿QUÉ OS PARECE? YO ESTOY ENAMORADA, PARA QUÉ ENGAÑARNOS JEJE 

AQUÍ OS TRAIGO EL NUEVO CAPÍTULO. SIENTO DECIROS QUE ESTE OS VA A DEJAR CON GANAS DE QUE SEA JUEVES. 

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-Alucinante, simplemente alucinante- seguía exclamado Lucy mientras salíamos de la clase de defensa- si no me diera asco, me tatuaría la cara de Frank cuando le has tirado al suelo.

- ¿Dónde te la tatuarías? - le pregunté con diversión al ver su entusiasmo. Tras mi pelea con Frank, Lucy había entrado en un estado de sobreexcitación en el que no había parado de decir lo increíble que había sido mi técnica y lo mucho que se alegraba de que le hubiera cerrado el pico a aquel idiota. Tan exaltada estaba, que Robert había terminado por imponerle un castigo en forma de cien flexiones. Castigo que había cumplido sin despeinarse ni un poco. Aquella tarde, había descubierto que mi amiga era una especie de Kim Possible y que tanto Daniel como Tyler podrían haber pertenecido al ejército de Chuck sin ningún tipo de problema.

-Pensándolo mejor, creo que no merece la pena- respondió- te quiero mucho, pero ese tío me da tanto asco que no me veo capaz de tener su cara en mi cuerpo, observándome todos los días.

Un escalofrío le recorrió el cuerpo al pensar en ello. Mis amigos y yo reímos ante su comentario.

-Prefiero comer cristales antes que tatuarme la cara de ese tío- dijo Daniel.

Seguimos caminando y bromeando de camino al edificio y, a cada paso que daba, mis músculos estaban cada vez más doloridos del esfuerzo y de la tensión que habían soportado aquel día.

Fue cuando llegamos a la puerta, cuando el cansancio del día me golpeó de repente y para lo único para lo que me quedaba fuerzas era para ducharme y tumbarme en la cama hasta el día siguiente. Estaba segura de que mis músculos me lo agradecerían, después de todo el esfuerzo al que les había sometido. Si todas las clases de defensa eran como aquella, no me extrañaba que mis amigos parecieran agentes del FBI. De algún modo agradecía los entrenamientos a los que me había sometido Chuck desde que tenía memoria porque no hubiera aguantado de ninguna manera aquellas dos horas de tortura.

- ¿Habéis empezado el trabajo de economía? - pregunté mientras abría la puerta del edificio, ahogando un gemido cuando mis brazos se resintieron por el esfuerzo.

- ¿Qué trabajo? - preguntó Tyler.

-Tío, ayer en clase solo se habló sobre el trabajo final- dijo Daniel.

- ¿En serio? Mierda. Creo que me dormí.

-No entiendo qué haces para sacar las notas que sacas. ¿Tienes algún contacto que te pasa las respuestas de los exámenes o qué? - acusó Lucy.

-Ya os gustaría- se rio- lo que pasa es que mi cerebro es de otra galaxia, muñeca.

-Si me vuelves a llamar muñeca vamos a tener problemas.

-Yo sí que lo he empezado- me respondió Daniel, ignorándoles- Puedo ayudarte si lo necesitas.

Habíamos llegado a nuestra planta, que estaba un nivel por debajo de la de los chicos. Mis piernas se resentían solo de pensar en que tendría que volver a bajar las escaleras para ir a cenar.

-Creo que lo voy a empezar ahora, pero puede que te tome la palabra- No creía necesitar su ayuda, la verdad. El tema del trabajo era algo que ya había estudiado años atrás, pero agradecía su oferta, así que le sonreí para demostrárselo.

Daniel se me quedó observando fijamente unos instantes en los que pareció encerrado en sus pensamientos. Al ver que le devolvía la mirada extrañada, pestañeó y sacudió la cabeza ligeramente. Luego carraspeó y miró a Tyler.