DESPERTAR (MERAKI I)

CAPÍTULO 8

¡HOLA HOLA!

Aquí tenéis el capítulo 8. Perdón por subirlo tan tarde, pero he tenido un día imposible y quería revisarlo antes de publicarlo.

Llevo unos días escribiendo a tope, por lo que Despertar está casi listo. ¡QUÉ EMOCIÓN! Así que estoy pensando en comenzar a subir dos capítulos por semana, para que no se haga tan larga la espera.

Todavía tengo que pensarme qué días sería, así que os lo diré en breves en mi instagram, que si no me seguís, no sé a qué estáis esperando!! Es vegacardiel.

Por allí subo algunos adelantos de Despertar y os hablo de los libros que estoy leyendo.

Espero que os estéis disfrutando de esta novela tanto como yo.

UN BESITO ENORME.

------------------------------------------

 Tardé unos segundos en reunir el valor para llamar a la puerta del despacho de la directora. Un cartel dorado adornaba el centro y grabado con una elegante letra cursiva se leía: "Directora Amber Fontaine". La estancia se encontraba en la última planta del edificio principal, al final de un largo pasillo repleto de puertas que, según me había explicado Lucy, conducían a los despachos de los demás profesores.

Un lejano "adelante" fue la respuesta que obtuve y, sin pensar en si realmente quería encontrar una respuesta a todas mis preguntas, agarré la maneta de la puerta y abrí.

El interior era tan sofisticado como lo había imaginado. Un ventanal gigante se encontraba a espaldas de la directora, haciendo de la habitación una zona iluminada y amplia. A través de los cristales se veía el bosque rodeando la academia.

Los tonos beige de la pared combinaban a la perfección con los sofás blancos y la mesa de madera, mientras que uno de los laterales de la habitación estaba repleto de estanterías del mismo tono marrón que la mesa sobre la que la directora trabajaba. Ni un solo hueco quedaba sin ocupar y no pude evitar preguntarme si se habría leído todos aquellos libros o si, como la directora de mi antiguo instituto, los utilizaría para esconder el Wiski y los billetes que los alumnos le daban para poder saltarse las clases. No hacía falta esforzarse mucho para saber la respuesta.

- ¡Oh! Justo a tiempo, querida. Pasa. Te estaba esperando, siéntate.

Cerrando la puerta a mi espalda, me dirigí hacia la silla que había enfrente del escritorio. Me sentía un poco fuera de lugar en aquel sitio tan limpio y tan bien cuidado que en nada se parecía al cuchitril que Chuck utilizaba como despacho en el que sentarse implicaba salir, como mínimo, con una mancha en la ropa.

- ¿Qué tal con la señorita Spencer? – me pregunto mientras recogía los pocos papeles que tenía sobre el escritorio.

-Bien, muy bien. Ha sido muy amable conmigo. Gracias por presentármela.

-De nada querida. Siempre va bien tener algún aliado cuando nos encontramos ligeramente fuera de nuestra zona de confort- dijo con una sonrisa.

-Yo no diría que me encuentro "ligeramente" fuera de mi zona de confort. Más bien diría que me encuentro en una zona totalmente nueva- Mi respuesta hizo que se irguiera en su silla.

-Vale, veo que prefieres ir directa al grano.

-Nunca me han gustado los rodeos- admití- No quiero sonar impertinente, pero antes de pisar el campus tenía alguna duda, ahora tengo varios miles.

-Comprendo. Meraki puede ser un poco impactante al principio. Así que adelante. Pregúntame lo que quieras. Te prometo que, en la medida de lo que pueda, te resolveré todas tus dudas.