SIENTO EL RETRASO, PERO HE ESTADO HASTA ARRIBA!
MAÑANA HABRÁ NUEVO CAPÍTULO, COMO TODOS LOS JUEVES.
DISFRUTADLO MUCHÍSIMO!
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Habían pasado dos meses desde el incidente de la piscina y ya no quedaba ni rastro del calor. Los árboles habían perdido la mayoría de sus hojas y las temperaturas habían descendido tanto que era impensable que saliera de mi habitación sin uno de los abrigos que Fontaine me había dejado en la habitación a mi llegada, pero lo que más echaba de menos desde que el invierno había llegado era el sol. Comer sentada en el césped con mis amigos había sido mi vía de escape desde que me había convertido en la apestada número uno de la academia y, con la llegada del frío, me había visto obligada a compartir espacio con Amberly y sus amigas.
Nada había cambiado tras "el incidente de la piscina" como Fontaine había empezado a llamarlo. Los alumnos de la élite habían considerado que lo que Amberly había hecho conmigo, era un visto bueno para que todo el mundo aumentara sus ataques contra mí y en aquellos meses me habían empujado, pisado e insultado tantas veces, que mi cerebro ya ni siquiera las registraba.
Por si eso no fuera suficiente, a los pocos días de casi morir ahogada en la piscina, la historia había comenzado a circular por la academia y eso me había convertido también en invisible para el cincuenta por cierto de los alumnos que no formaban parte de la élite, por el miedo a ser los próximos objetivos. El otro cincuenta, se había unido a Quinn y Violet, que habían formado su propio club de "haters" (palabra que había aprendido desde que tenía redes sociales) contra mí, entre los que se incluía Frank, que no me había perdonado la victoria de la clase de defensa del primer día.
En aquellos meses me había ganado más de un castigo por defenderme de sus insultos y de sus provocaciones. Tantos, que en los últimos días había comenzado a ignorarles con tal de no tener que pasar un solo minuto más en compañía del conserje porque, como escuchara un solo chiste verde más saliendo de la boca de aquel viejo verde, me iba a encerrar yo misma en la piscina de nuevo.
Había tenido la suerte de contar con mis amigos y desde la noche del incidente de la piscina, nuestro vínculo se había hecho más y más fuerte y me habían apoyado en todo momento. Las primeras noches, se habían quedado conmigo, para ayudarme a ahuyentar mis pesadillas, que poco a poco habían ido desapareciendo, aunque en los días de mucho estrés o en los que, sin poder evitarlo, pasaba cerca de la piscina, se repetían.
Como era de esperar, no había habido consecuencias para Amberly y sus amigas, y Fontaine ni siquiera se había molestado en preocuparse por mi estado, ni en hablar conmigo. Solo me había cruzado con ella en los días en los que se pasaba por la clase de defensa para observar nuestros avances, pero sin llegar a quedarse nunca para ver el final. Algo me decía que intuía mis intenciones de acercarme a hablar con ella para exigirle explicaciones, por lo que evitaba todo lo que le era posible, estar en la misma habitación que yo.
Las clases de defensa habían sido el lugar en el que acostumbraba a liberar tensiones. Los enfrentamientos con mis compañeros me resultaban demasiado fáciles. Lo que había aprendido de mis años en el orfanato, sumado con lo que aprendía en las clases de estrategia, me había convertido prácticamente en invencible y eso no hacía nada por disminuir el odio que mis compañeros me tenían sino todo lo contrario. A cada adversario que vencía, era una nueva incorporación a mi club de haters.
Las clases de estrategia eran algo sobre lo que no había tenido demasiadas esperanzas, pero que me habían enganchado desde el primer momento. "El arte de la guerra" se había convertido en mi manual de supervivencia en aquel lugar, porque Meraki era lo más parecido a la guerra que jamás había visto. Mi mantra aquellos días era el siguiente: "Solo cuando conoces cada detalle de la condición del terreno puedes maniobrar y guerrear". Lo que en mi caso quería decir que, hasta que no conociera qué secretos me ocultaban y hasta que no supiera qué querían aquellas personas de mí, no podía atacar. Es decir, mi prioridad número uno era seguir sin responder a las provocaciones.
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DESPERTAR (MERAKI I)
Romance-No les hables. -No les mires. -No reacciones Y sobrevivirás. ✨✨ Meraki es una academia para niños ricos, como a Vera les gusta llamarles y no es el sitio en el que esperaba acabar tras escapar de un sótano en mitad de la madrugada y ser rescatada...