Wong Kahei nunca imaginó que terminaría en el departamento de Jo Haseul a mediados de la media noche.
Todo parecía irreal. Estaba sentada en el sofá de tres plazas, con una copa de vino tinto en manos, observando como la chica de cabello por los hombros hablaba con una gran sonrisa.
¿Realmente está pasando o el auto la choco y está en su otro vida imaginando lo que siempre soñó? Cualquiera opción que sea, no le importaba ahora, lo único que no quería es que terminase la noche.
Pero ¿cómo terminó en el departamento de la atractiva chica?
Haseul estaba realmente apenada, porque de todas las personas que podía a estar a nada de atropellar, tenía que ser Kahei.
Ambas tenían un historial de coquetería cada que se veían, pero solo era eso. Podían afirmar lo atrayente en ambas, sin embargo, no sucedía nada cuando están sobrias.
Quería disculparse debidamente, pero no sabía cómo, así que la invitó a su departamento a cenar. Kahei aceptó inmediatamente. Entonces fue la primera vez que ambas estaban solas, ya que cada que se veían siempre es por reunión de amigas. Por ello estaban algo tímidas.
El acogedor hogar de Haseul le recibió, la decoración es justamente como imaginó, el aroma le cautivó y los ojos de Haseul sobre ella le acorraló.
Minutos después estaba sentada en la isla observando a la chica preparar la cena, mientras conversaban. Fue entonces que Kahei se enteró que Haseul recién sacó su licencia de conducir y que, como ya se dio cuenta, no le va muy bien conduciendo por las transitadas calles de Seúl.
Minutos después, cuando Kahei probó el plato que Haseul le colocó frente a ella, juró que debía casarse con la chica. ¡Demonios! ¿Quién no querría casarse con una chica así? cocina tan bien y se ve como una diosa que bajó del cielo para opacar a los simples mortales.
Haseul es todo lo que ella quería.
Debía conquistarla.
Después de la cena, llegaron a conocerse un poco más. Y mientras las horas pasaban el ambiente cambiaba. Le echaría la culpa al vino que inquirió, pero también era culpa de su mente por observar como los movimientos de Haseul al beber un sorbo le hacia verse elegantemente atractiva.
De un momento a otro Haseul terminó sentada a su lado, y el calor de su cuerpo fue en aumento, y lo estaba reteniendo como un volcán que en cualquier momento explotaría.
Kahei debió desearlo tanto, desde que conoció a Haseul, cada día de su vida lo manifestaba, le pedía a Dios su romance adolescente en etapa adulta, lo cliché le fastidiaba pero si trataba de ella, de Haseul, entonces sería la persona más empalagosa que puede haber conocido, se desconocería totalmente.
Guardó en su memoria el recordar ir a la iglesia y prender una velita porque fue escuchada, después de tantos ruegos y suplicas. Sabía que pasaría, lo que no sabía es que sería justamente en esos momentos.
Se sintió como idiota, y no es porque lo fuera, sino porque la sorpresa le tomó muy desprevenida.
Todo inició cuando Haseul pidió su atención y al obtenerla se acercó a robarle un beso, uno que no correspondió porque no podía procesar lo que estaba pasando.
La vió alejarse, con sus mejillas rojas, ya sea por el exceso de vino o la vergüenza y timidez por el acto cometido.
Kahei estaba jodida.
—Haseul... —susurra, pero la mirada de la chica esta en otra parte.
—Y-Ya es tarde...
Kahei mira el reloj de pared y sonríe. —No, no es tarde, apenas son las once y cuarenta.
Haseul ríe levemente.
—Lo siento si te incomodé.
—Para nada, de hecho, he querido besarte hace mucho pero quiero respetar tu espacio. Además, estás algo tomada, no quiero aprovecharme.
Haseul le mira, con sorpresa por la revelación.
—Yo no respete tu espacio, así que tienes el permiso para invadir el mío. Y admito que he bebido pero créeme que esta noche no se me olvidará.
Aquello fue todo lo que necesitó Kahei.
Llevó su mano a la tibia mejilla de Haseul, para luego colocar el mechón de cabello detrás de su oreja. Los orbes brillantes le miraban esperando aquella acción que ambas anhelaban.
Entonces besó a la chica que casi le atropella, romántico ¿no?
Se dejaron llevar por las emociones y terminaron recostadas en el sofá.
Demasiado rápido para ambas pero muy lento por todo el tiempo en que lo desearon y no ocurrió.
Al día siguiente...
Heejin está en el local, frente a ella se encuentra Kahei. Ambas conversando amenamente.
—Que humilde eres —dice Kahei después de escuchar como Heejin prefiere tomar el autobús de vez en cuando —Mezclándote con los mortales. Respirando el asqueroso olor de gente que no usa desodorante en la hora pico. —hace una mueca —Teniendo que cederle el puesto a las señoras groseras que se aprovechan de su edad... uno que está joven también se cansa y quiere sentarse; agh y que decirte de soportar el terrible llanto de un mocoso bebé que quiere atención, —suspira para continuar pero ve a Hyunjin mirarle seriamente —pero bueno, solo digo.
Heejin ríe en alto.
—Bueno, no te andes quejando mucho, ahora Haseul pasa por ti y te evitas todo eso. —dice, ya que ha escuchado como Haseul le trajo temprano al trabajo.
Kahei sonríe cuando escucha el nombre de su enamorada.
—Sí. Estoy agradecida con ella.
Hyunjin se acerca y se para al lado de su novia. Heejin le abraza, y debido a que está sentada puede recostar su cabeza en el abdomen de Hyunjin.
—¿Estás lista para hoy? —pregunta Hyunjin a su pareja.
—Sí. Estoy lista, ya he convivido con tus padres.
Kahei observa a la pareja frente a ella y sonríe, sabe que Heejin está nerviosa ya que tendrá una cena en el hogar Kim para anunciar su noviazgo.
—Te irá bien. —ánima Kahei. —A Jinsol le fue bien, demasiado diría yo.
Hyunjin asiente. —De todos modos, no es como si no supieran ya. Jungeun ha abierto su bocota y le ha contado a mamá.
Heejin suspira y deja caer sus hombros.
—¿Qué debería usar? ¿Qué debo llevar? —pregunta la castaña.
—Tranquila amor, usa algo cómodo, sé tú misma. —Hyunjin le acaricia la cabeza —Y puedes traer frutas, a mis padres les encanta.
Heejin asiente, confía en las palabras de su novia.
La entrada de clientes hace que el trío se separé. Kahei se despide de Heejin, para ir directo al mostrador. Hyunjin le sonríe y le da un rápido beso.
—Nos vemos luego ¿sí?
—Sí.
Cuando Heejin sale del local su teléfono suena en una llamada entrante. Su estado de ánimo cambió abruptamente, su padre solo le llamaba cuando de trabajo se trata.
Y decide atender, para escuchar lo que menos quería en esos momentos.
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Crazy Like You ❥ 2Jin
FanfictionDonde Heejin es una pandillera, o eso es lo que demuestra, y le gusta molestar a Hyunjin. O donde Hyunjin odia a Heejin por ser pandillera y mala influencia. ❥ Historia 2 Jin ↳ Heejin x Hyunjin ❥ Pareja secundaria ↳Lipsoul ↳ Viseul ❥ Humor...