❥ Cap 12

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Hyunjin no tenía en sus planes caminar por la ciudad con Heejin. Mucho menos planeó ir a un local a comer carne y beber soju. Lo único que si sabia es que estar con la castaña le gustaba.

Para Heejin ver a la contraria tan melosa debido al alcohol en su sangre le es divertido. Nunca creyó que Kim Hyunjin se comportase de ese modo. Pero es algo que ya esperaba venir, no siempre podía estar con el ceño fruncido y maldiciéndola, como toda persona tiene su lado tierno.

Ahora Heejin, quien tiene más resistencia al beber, está tratando de llevar a Hyunjin a su casa, sin embargo, esta última no se deja guiar.

Para sorpresa de la castaña, Hyunjin que va unos pasos adelante se detiene, gira, le mira y señala, acercándose hasta estar centímetros de ella. Heejin da un paso atrás cuando el rostro de Hyunjin está cerca del suyo.

—¿Por qué no me fuiste a ver? —dice Hyunjin, sus cejas se fruncen. —Dijiste que nos veríamos pronto pero ya han pasado... —alza su mano y comienza a contar con sus dedos.

Aquel comportamiento hace reír a Heejin.

—Lo siento, dije eso pero no pude hacerlo —responde tomando las manos de Hyunjin para que dejara de contar.

Pero Hyunjin se sorprende al sentir las cálidas manos de la castaña sobre sus frías manos. Siente su piel arder por el tacto.

Heejin solo piensa en que las manos de Hyunjin son muy bonitas y suaves.

Y sin querer ambas están en la misma posición de no querer sobrepasarse con la otra.

—Te invitaré a comer para compensarte —Heejin saca su teléfono del bolsillo de su pantalón y se lo entrega a Hyunjin. —Dame tu número, te llamaré para que no te sorprendas cuando vaya por ti.

Hyunjin recibe el teléfono pero se queda un poco pensativa, recordando su número.

—¿Me llamarás? —pregunta la pelinegra.

—Lo haré.

—Lo prometes.

Heejin sonríe asintiendo. —Lo prometo.

Hyunjin le mira y su cuerpo comienza a darle señales. Su corazón está latiendo más rápido de lo común, su rostro se siente acalorado y no puede soportar la mirada que le esta dando Heejin.

Cuando anota por completo su número en el teléfono ajeno, cavó su propia tumba -de buena manera- porque ha caído por Jeon Heejin.

—Vamos, es tarde, hace frío y mañana hay trabajo —dice Heejin.

Hyunjin hace un puchero inconsciente de lo que provoca en la castaña.

—¿No conduces tu auto hoy? —pregunta, caminando a su lado.

—No. Solo lo uso en ocasiones especiales o cuando debo viajar lejos. —Ve a Hyunjin asentir —Suelo usar el autobús o el metro.

—Si yo tuviera auto lo usaría siempre, asi me ahorro la molestia de esperar el autobús cada día.

Al llegar a la parada correspondiente, toman el autobús. Heejin hace que la contraria tome asiento entre la ventana y ella. Hyunjin no protesta, ya que siente sus ojos pesados.

Estuvo luchando contra el sueño pero Morfeo no le dió la victoria y ahora rendida deja caer su cabeza, sin querer, en el hombro de Heejin.

La castaña siente el peso de la contraria sobre su hombro, no le molestaba, por lo que se corre un poco más para que Hyunjin esté más cómoda.

Cuando Heejin se encuentra al lado de Hyunjin siente como si la conociese de hace mucho; sus pensamientos se desvían a ella, en su personalidad, tono de hablar y su mirada. Podía fácilmente decir que son totalmente contrarias, pero había algo en especial que las hacía encajar. Se había dado cuenta de ello, cuando estando en la oficina leyendo unos documentos le llegó un pensamiento sobre Hyunjin, fue en ese momento que supo que quería pasar mucho tiempo con la pelinegra, ver todas sus facetas, saber cuál es su comida favorita, sobre sus sueños... eran demasiadas cosas por saber.

Ahora, viéndola dormir en su hombro, se preguntó si Hyunjin también querrá estar con ella. Apenas y son amigas, no quiere arruinar la amistad que han construido, por lo que solo le queda esperar el día en el cual podrá confirmar sus dudas.

—Hyunjin... Hyunjin... —llama a la contraria. Están por llegar a la parada correspondiente. —Hey, Hyunnie~

La azabache abre sus ojos lentamente y hace una mueca de disgusto.

—Ya debemos bajarnos —dice Heejin tomando la bolsa ajena. —Vamos...

Le estira la mano para ayudarle a levantar, y espera a que Hyunjin la tome, pero es algo apresurado para la pelinegra que lo ve de otras intensiones.

Hyunjin se levanta por sí misma y con cuidado en el último escalón para bajar del autobús, da un saltito para salir por completo. Aquello hace reír a Heejin.

—Dame mi bolso —dice.

Sin negarse la castaña le devuelve el bolso. Una vez en sus manos Hyunjin da vuelta y comienza a caminar a su casa.

Heejin le sigue en total silencio.

Al llegar al hogar Kim, Hyunjin le mira, ya que está con ella frente a la puerta de su casa, y según la pelinegra no es necesario estarlo.

—Gracias por todo lo de hoy —dice, da un suspiro de cansancio. —Ya estoy en casa, así que deberías irte es muy muy tarde~

—No es nada, —le da una pequeña sonrisa —Claro, me iré cuando estes dentro.

Hyunjin frunce levemente su ceño. —Pero si ya estoy en casa.

—Pero estas afuera ¿qué pasa si alguien te secuestra?

—No creo que eso suceda. —busca en su bolso las llaves que no encuentra fácilmente.

—Viste, ni siquiera puedes entrar a casa y quieres que te deje sola.

—Agh, no importa, esas llaves estúpidas... —reniega y toca la puerta con sus nudillos. —¡Jungeun-ah, ábreme! —grita.

Unos minutos después que Hyunjin estuvo gritando por su hermana, esta sale con su rostro de poco amigos abriendo con mala gana.

—Joder Hyunjin, me tienes harta nunca te llevas la llave....  —le dice, sin esperar ver a Heejin allí. —Oh... ¿Ustedes dos juntas? Increíble.

—Cállate babosa, déjame pasar tengo sueño —entra a casa dejando a Heejin y su hermana en la puerta.

Pero antes de ir a su habitación voltea a ver a Heejin, quien le mira con sus brillantes ojos y su cabello revuelto. Hyunjin le sonríe y puede ver como la castaña le devuelve la expresión.

—¿Tú que te traes con mi hermana? —pregunta Jungeun viendo como su amiga sonríe embobadamente. —¡Jeon Heejin!

—N-Nada —se asusta y da unos pasos atrás. —Bueno ya me voy.

Y se retira con su corazón un poco acelerado y confuso. Tenía muchas dudas, pero una de ellas la respondió esa noche; la sonrisa de Kim Hyunjin es la más hermosa que ha visto en su vida.

Crazy Like You ❥ 2JinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora