Capítulo 22: "Ilusión"

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Dicen que soy muy joven para amarte, para amar en general, porque dice que: "no tengo la experiencia, que no viví lo suficiente, que no tengo la viveza para identificar si se aprovechan de mí, que aun no comprendo esa clase de sentimientos". Porque, "¿qué puedo saber yo sobre amar?, porque, "es posible que no esté tomando el camino correcto". 

Y sé lo fácil que es hablar sobre los sentimientos ajenos, menospreciarlos, invalidarlos por el simple hecho de no tenerlos.Y sí, lo soy. Soy joven, aun no sé muchas cosas, pero sé qué quiero. 

No creo que sea justa la forma en la que se rechaza el amor, mi amor. Cada uno quiere ser el protagonista y que, su vida y experiencia sea la principal, la correcta forma de hacerlo funcionar. Todos creen tener la verdad absoluta y con esa filosofía no permiten sentir a los otros. 

Usan la famosa excusa: "Mi religión no aprueba eso, no podés hacerlo", en todo caso yo sí puedo, pero vos no.Porque sentís miedo, miedo de que pueda pasarte, miedo de que alguna desgracia les ocurra a la cual poder llamar «tragedia divina», y poder atribuirla a «su pecado».Y es que todos son santos, hasta que es de su pecado del cual se habla.No puedo reprimir la manera en la que me siento, ni voy a hacerlo, y no es que "tenés que renunciar a tu vida para hacer la voluntad de mi Dios", no entiendo esa obsesión por imponerle a los hijos a vivir bajo las reglas de una vida que no deciden seguir, estilo de vida que no adoptan y que, aunexistiendo el libre albedrío, quieren entrometerse en sus decisiones, y sí le rechazasrotundamente se te considera hereje. 

La diversidad no es mala, la imposición de una norma y un castigo frente a su desobediencia, sí lo es. Somos todos humanos, la vida es una y no hay que restringirse vivirla. 

No voy a cometer tus mismos errores, papá. Yo no voy a renunciar a todo lo que me hace feliz solo porque no les parezca apropiado, o llegar a casarme con alguien a quien no amaré nunca, para terminar infeliz el resto de mi vida. Y lamento ser tan egoísta de pensar sólo en mi felicidad, en no permitir que tomen más decisiones por mí.¿Tus ojos, dónde están?, ¿dónde miran?, ¿qué pensás?, ¿qué callás? 

Considero vil la idea de restringirse quererte, cruel es pensar en lo que ese puñado de almas son capaces de herir.Una eterna molestia y una inmortal angustia. Es como estar en el campo de batalla y que cualquier movimiento active las bombas, con disparos alrededor, heridas por todos lados, olor a sangre, gritos desesperados y sentir la constante sensación de que el olvido te respira en la nuca, repitiéndose en tu mente la misma melodía fúnebre acompañada de llantos y sollozos ahogados. 

Quiero vivir para compartir tus risas, para abrigarte con mi paz, curarte a pesar de no haberte lastimado yo. 

26-11-22 23:29 P.m.

Cosas que nunca dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora