SASHA #2 [Disponible en físico]

VEINTINUEVE

Massimo

Yelena sujeta a Andreas mientras me preparo para ir a rescatar a Sasha y Mijaíl. Por más que quiera unirse a nosotros no voy a dejarlo.

-¡Luca va!- le grita a su madre.

Levanto la vista hacia mi hijo, es lo único uqe hace falta para que agache la cabeza. Guardo mi arma en la funda y me acerco a mo hijo.

-No sé qué coño te pasa últimamente, pero vuelve a hablarle así a tu madre y va a ser la primera vez que te ponga la mano encima. Estás agotando mi paciencia.

-Lo siento, papá. Por favor déjame ir.

-Te quedas aquí, así aprenderás a comportarte como un hombre y no como un crio estúpido.

Andreas sale de la habitación dando un portazo. Doy un paso para ir tras él, pero mi mujer me detiene.

-Yelena tiene que aprender a respetar.

-Lo hará, pero ahora está enfadado.

-Que se joda, ya sabes lo que le hizo a Nina y a los niños.

-Lo sé, hablaré con él más tarde.

-Sé que no he dado el mejor ejemplo, pero estoy intentando enmendar mis errores. Andreas debería haber aprendido de mi puto error, perdí a mi hijo durante meses. ¿Es lo que quiere ¿Perder a su hermano?

Niego con la cabeza.

-Te juro que no entiendo qué le está pasando.

-Que es un adolescente, Massimo. Aún tiene diecisiete años.

-No es razón para su comportamiento y su rechazo a sus raíces rusas.

-Hablaré con él Massimo, ahora ve a por nuestro bambino, por favor.

Acaricio su mejilla con mi pulgar. Alguien llama a la puerta, Yelena le da paso. Mi suegro aparece ante nosotros con un bebé en brazos.

-¿Papá?

-Estaba en el club, no se sabe de quién es, lo tenía una niña. Hemos llevado a todos los niños a un lugar seguro fuera de la ciudad, pero no pude llevarla a ella, es demasiado pequeña. Iván acaba de traerla.

Mi esposa se acerca a su padre. Toma a la bebé en sus brazos y viene hacia mí. Mi mujer me mira a los ojos, suspiro.

-¿Cómo vamos a llamarla?- pregunto, ella sonríe.

-Beatrice, es nombre de princesa, lo que ella es.

-Beatrice Di Santos- digo.

Miro a Dmitry, el hombre sonríe mirando a su hija cargando a su nueva nieta. Mi esposa quería otro bebé y este ha caído como regalo del cielo. Acaricio au pequeña cabeza, tiene el pelo oscuro y un poco rizado.

-¿Estarás bien?- le pregunto.

-Si, amore mio, vete. Le daré un baño.

-Lina tiene ropa guardada de Kira y Anna, pídesela y envía a alguien a comprar todo lo que necesites para alimentarla- dice mi suegro.

-Gracias, papi- contesta mi esposa.

Le da un beso en la mejilla a su padre. Me despido de mi mujer y nuestra nueva hija. Cazzo. ¿En serio he vuelto a ser padre a mis cincuenta años? Esta mujer hace conmigo lo que quiere. Pero quién soy yo para negarle nada, la amo demasiado. Quería un nuevo hijo y ya lo tiene. Mi suegro y yo salimos de la habitación.

-¿No te importa quedarte con la niña?

-No, Yelena quería otro bebé. Por lo menos así se ahorra el embarazo.