SASHA #2 [Disponible en físico]

EPÍLOGO

Sasha

-Vamos, mia vita. Tú puedes, joder.

Nina empuja una vez más, el llanto de nuestra hija retumba en la habitación. Nina respira aliviada. Nuestra pequeña Alya por fin está con nosotros. Las enfermeras la ponen sobre el pecho desnudo de mi esposa. Hace un año, Nina y yo nos casamos, fui nombrado pakhan unos meses después. Cuando mi tío Mijaíl se recuperó por completo, ahora debe ir con un bastón para siempre, pero como él mismo dice, está vivo y disfrutando de su familia. Poco después de la boda, los científicos del laboratorio ya tenían preparado un tratamiento para que mi esposa se quedara embarazada. No funcionó, Nina no lograba quedarse embarazada, un mes después de eso, los mismos científicos crearon un óvulo sintético formado por el ADN de Nina, lo fecundaron con mi esperma y le hicieron una transferencia de embriones, sólo uno logró salir adelante y Nina quedó embarazada. Ahora tenemos en nuestros brazos a nuestro milagro. Nina fue quien eligió su nombre, estuvo buscando en internet hasta que dio con el que quería. Dijo que el significado de Alya es lo que ella siente, nuestra hija es una enviada de Dios para hacernos más felices de lo que ya somos. Le limpio las lágrimas a mi mujer con mis pulgares, ella se ríe nerviosa.

-No puedo creer que esté aquí- dice.

-Lo está, nena, por fin está con nosotros.

Le doy un beso a mi mujer en la boca y otro en la frente. Se ha portado como una campeona, Alya venía con el cordón envuelto en el cuello y Nina ha hecho todo lo que la doctora le ha pedido. Nos dejan a solas en la habitación después de que la hayan limpiado.

-Quiero más bebés, lyubov'- dice mi mujer.

-Los que quieras, en casa hay espacio de sobra.

Ella sonríe ampliamente. Ambos sabíamos que no nos íbamos a detener con Alya, lo hablamos y decidimos tener más, queremos adoptar a otro niño, uno que tenga la edad de Ryan, se encuentra muy solo. Bonnie tiene a Karenina y a Alena, pero Ryan no tiene a nadie para jugar. En siete meses será su cumpleaños número seis, Nina y yo hemos planeado hacer una fiesta. Quizás podamos hacer algo para darle una sorpresa de un nuevo hermano. Para ese entonces, Alya será más mayor y siempre podemos contratar a alguien para que nos ayude con los niños. Aunque, Lina nos tiene dicho que ella se queda con nuestros hijos siempre que sea necesario.

-¿En qué piensas?- me pregunta Nina.

-En Ryan.

-Mi niño desea un hermano.

Asiento.

-Estaba pensando en comenzar con los papeles para adoptar a un niño de su edad.

-Me parece una buena idea.

Sonrío.

-Ryan va a ponerse muy feliz- dice Nina.

-No le digamos anda aún, quiero que sea una sorpresa para su cumpleaños.

-Y el mío.

-Para ti tengo otra sorpresa.

-¿Cuál?

-No sería una sorpresa si te lo desvelo antes de tiempo.

Unas horas más tarde,casi toda la familia se presenta a conocer a Alya. Mis tíos y mis primos no pudieron venir para su nacimiento, sólo mis padres y mis hermanos vinieron. Nina y yo miramos a Ryan, está sentando en el sofá lejos de nosotros, enfadado porque ha tenido una hermana y no un hermano.

-Peque, acércate- le dice Nina.

-No, no quiero verla, es fea.

Me aguanto la risa, mi abuelo no es tan disimulado, se ríe a carcajadas.