SASHA #2 [Disponible en físico]

TREINTA Y CUATRO

Nina

-¿Sasha sigue durmiendo?

Asiento. Yelena y yo subimos a su coche. He dejado a Sasha en la cama, son las siete de la mañana, dudo que se levante hasta más tarde.

-Tenemos que volver antes de que se despierte- dice mi suegra- Nos va a matar.

-¡No! No va a enterarse de esto.

-Eso espero, cariño.

Yelena conduce lejos de la casa, sólo había algunos empleados despiertos. Ha dejado a Massimo durmiendo con Betarice. Espero que ni Sasha ni él se enteren de lo que vamos a hacer. No quiero enfadar a Sasha, pero necesito hablar con Artem de algunas cosas sobre Bonnie. Estoy segura de que él conoce más de su historia.

-¿Hablará?- le pregunto a Yelena.

-Si sabe lo que le conviene, sí.

Sólo necesito un par de respuestas. Será rápido, volveremos antes de que todos despierten.

-¿Cómo está Mijaíl?

-Sorprendentemente, recuperándose.

-Me alegro mucho. Cuando esté en casa, me gustaría agradecerle por haber salvado la vida de Sasha.

Yelena pone su mano en mi muslo.

-Su pastel favorito es el de chocolate- dice sonriendo- Te pasaré la receta de nuestra madre.

-Estoy deseando hacer ese pastel.

El resto del camino lo hacemos en silencio, no es nada incómodo. Yelena siempre se ha portado bien conmigo, nunca me trató como algo más que simplemente Nina, la mujer de la cuál su hijo está enamorado. Yelena detiene el coche en los aparcamientos del laboratorio.

-¿Por qué aquí y no en los sótanos del pabellón?

-Porque aquí hay sueros para inyectarle, lo están usando como cobaya.

-Entiendo. ¿Craig ya no está?

-Sí, Craig sigue torturándolo. No va a librarse tan fácil de esto.

Asiento. Salimos del coche, caminamos hacia la entrada principal del laboratorio. Todo está a oscuras, los empleados aún no están trabajando.

-¿Qué pasó con la vacuna que tenían para Milena?

-Se la inyectan esta tarde, Leroy tiene muchas esperanzas en que funciones, con eso y con la médula de Sasha debería curarse por completo.

-Espero que lo haga.

-Gracias, cariño.

Bjaamos por el ascensor hasta el sótano donde tienen a Artem.

-He de avisrte- dice Yelena justo cuando las puertas del ascensor se abren.

-¿Sobre qué?

-Artem sólo lleva cuatro días aquí, pero Craig ha estado con él las veinticuatro horas, trajo a unos amigos para que se divirtieran con él.

-Entiendo.

-El aspecto de Artem digamos que no es el que recuerdas.

Asiento. Yelena desbloqjea la puerta del sótano. Al entrar veo a Artem tirando en el suelo, las cadenas ya no están en sus muñecas, pero hay una rodeando su tobillo. Me acerco un poco más. Craig se levanta de la cama en la que estaba durmiendo, se acerca a mí sonriendo.

-Me alegra volver a verte.

Le devuelvo la sonrisa.

-Igualmente, Craig.