CATORCE

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Sasha

-¡Hasta mañana!- grita Dahlia saliendo del bar.

-¡Hasta mañana!

Hace unos meses que se mudó con su novia a su casa, dejó el apartamento frente al mío. Miro el reloj colgado en la pared, marca las doce en punto.

-Feliz cumpleaños, Sasha- digo en voz alta a mí mismo.

Entro en la cocina y saco el cupcake que tenía aquí guardado, le pongo una vela. Justo cuando voy a encenderla, un ruido fuera del bar llama mi atención. Salgo por la puerta trasera de la cocina, miro a los dos lados del callejón. No hay nadie. Me sobresalto cuando las bolsas de basura se mueven. Unos ojos azules me miran.

-Hola, campeón- digo agachándome oara estar a su altura.

El niño no contesta, tiene la cara manchada de suciedad. Lleva únicamente un pañal en mal estado.

-¿Qué haces aquí?- le pregunto.

-Tengo hambre- contesta.

-¿Y tus padres?

-Mami está en casa dormida.

-Ya veo.

Miro hacia atrás, no sé por dónde ha podido venir este niño.

-¿Cuántos años tienes?- le pregunto.

Hace un gesto con su mano, como si estuviera contando.

-Tres, pero cumpliré cuatro pronto, mami me lo dijo.

-Entiendo. Soy Sasha, ¿cómo te llamas?

-Ryan.

-¿Sabes dónde vives?

Ryan asiente. Lo tomo en mis brazos, entro en el bar con él, cojo mis llaves, mi móvil y mi chaqueta, lo cubro con ella. Salgo con Ryan del bar, cierro la puerta trasera con llave.

-¿Podrías indicarme por dónde ir a tu casa?

Ryan señala hacia el lado izquierdo del callejón. Camino por la calle con él en mis brazos. Aparecemos en la calle de atrás del bar.

-¿Y ahor apor dónde?- pregunto.

-Por allí, es la casa verde.

Miro hacia donde señala, veo la casa verde. Camino hacia ella, la puerta delantera está abierta, se escucha una televisión encendida, pero no hay voces. Mierda. Saco mi móvil del bolsillo. Marco el número de West.

-Sasha, amigo.

-Necesito que vengas a la calle detrás del bar, hay una casa verde.

-¿La casa de Tara?

-¿Conoces a la mujer que vive aquí?

-Sí. ¿Qué ocurre?

-He encontrado a un niño de cuatro años buscando en la basura del bar, lleva sólo un pañal y está sucio.

-Joder. Ryan, es el hijo de Tara. ¿Él está bien?

-Sí, hambriento. He venido hasta la casa, pero no quiero entrar con el niño. No se oye nada, sólo la televisión.

-No entres, joder. Y mucho menos dejes que Ryan entre. Vamos para allá.

Guardo el móvil en el bolsillo nuevamente.

-¿Cuánta hambre tienes?

Ryan piensa una respuesta.

-Mucha- termina diciendo.

SASHA #2 [Disponible en físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora