SASHA #2 [Disponible en físico]

DOCE

Sasha

Siento como si un camión me hubiera pasado por encima varias veces. Creo que no había dormido tan poco nunca, escasamente pude dormir una hora seguida y un total de tres. Me duele cada centímetro del cuerpo. Me froto los ojos con los dedos, luego me levanto de la cama. Me siento en el borde un rato. No he dejado de pensar en Nina y en mi hija. Agarro el móvil de la mesita de noche y lo enciendo, las notificaciones se agolpan en la pantalla. Llamadas y llamadas perdidas, mensajes tras mensaje. Son de mi madre, de Alek, de León, de Gabriella... Suspiro. Leo los mensajes de mi madre, mi pecho se aprieta con el último.

Y: Mi niño, sólo dime si estás bien. No puedo respirar sin saber cómo estás, sea donde sea que hayas ido, dime que has llegado bien. No puedo imaginar por lo que estás pasando, lo pasé mal con la muerte de tu tía Milena, tu dolor debe ser mucho mayor que el mío. En estos momentos no puedo ni mirar a tu padre, me siento traicionada por él. Se lo dije muchas veces, le dije que debía apoyarte. No me escuchó. Estaba obcecado, igual que Mijaíl. En estos momentos, los odio a los dos. Por favor, háblame. Sólo quiero saber que sigues con vida, si no contestas a este mensaje me moriré contigo, mi niño. Te amo, te amo tanto. Tus hermanos y tú sois lo mejor que me pasó en la vida. Por favor, habla conmigo.

Limpio las lágrimas de mis ojos. Amo a mi madre, es la mujer más importante de mi vida. Marco su número, ella no se merece uqe la haga sufrir.

-Sasha, vida mía- dice sin aliento.

-Mamá, no le digas a nadie que estás hablando conmigo, por favor.

-No, mi niño. Estoy sola en estos momentos.

-Bien.

-¿Cómo estás?

-Destrozado.

-Lo siento tanto.

-Yo también, mamá. Mi niña...-un sollozo me atraviesa el pecho- Duele mucho, mamá.

-Mi niño, ojalá pudiera abrazarte en este momento.

-No puedo dejar de oír el llanto de un bebé en mi cabeza. Me voy a volver loco. No he dormido casi nada, cada vez que cerraba los ojos, un bebé sin rostro me perseguía.

-Sasha...

-Sólo pude sentirla moverse una vez, mamá. ¡Una vez!

-Lo siento mucho, hijo. No mereces nada de esto, siempre has tenido un corazón noble. No hay palabras para consolarte en estos momentos.

-La he llamado Selena.

-Mi pequeña Selena, ella siempre va a estar en mi corazón, te lo prometo.

-¿Crees que volveré a ser el mismo de antes?

-No, cariño. Serás mejor, siempre has sido mejor que toda esta mierda de la mafia. Me alegro que estés fuera. Debería haber hecho lo mismo que Lucía y Enzo, darte a elegir si querías vivir en este mundo.

-Ya es tarde para arrepentirse. Pero nunca te echaré em cara eso, hiciste lo que creías correcto. ¿Cómo están todos?

-Andreas y Milena están tristes, se sienten mal por ti, por todo. Los demás están... Tristes también, algunos están enfadados con tu padre y tu tío Alessio. Enzo está que se lo llevan los demonios. Está enfadado con todos por no haberle contado nada de Nina. Dijo que te habría ayudado a secuestrarla.

Me rio.

-Sí, tiene experiencia en secuestrar mujeres- digo.

Mi madre también se ríe.