Capítulo 22

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Lamento la tardanza, tenía muchas ideas sin ningún tipo de orden o coherencia, pero aquí les dejo este capítulo corto, espero les guste. ❤️

Fili había ido a casa de Sigrid para ir a su cita pendiente, el esperaba poder contarla como su segunda cita, iba entrando en el edificio cuando recordó las palabras que le había dicho su hermano, si Sigrid conocía a la mujer que aparecía en sus sueños en ese caso estaban más cerca de lo que creía, su mano se quedó a medio camino para presionar el botón del elevador cuando una idea lo abrumó de repente, ¿Y si la chica que su hermano buscaba con tanto esmero y desesperación fuese Tauriel?, ¿Y si la paisajista fuera su futura cuñada?, Tal vez si debía ayudar a Kili en eso, pero no quería meterse de más en la vida de su hermanito, ni poner en riesgo la relación que tenía con Sigrid.

Mientras se dirigía al departamento pensaba como ayudar a Kili sin ser un entrometido, pero honestamente no se le ocurría nada más que pedirle a la rubia que hablara con su hermano, no se estaría inmiscuyendo y Kili ya le había pedido ese favor, simplemente estaba cumpliendo con lo solicitado. Mientras tocaba la puerta sonrió esperando ver a la bella rubia.

-Hola preciosa -saludo a Sigrid cuando la tuvo en frente.

-Hola Fili, dame un segundo deja tomo mi bolsa y suéter -hablo apresurada.

Los nervios de ambos estaban más controlados, hablaban diario, ya habían salido una vez y cuando se encontraban en el trabajo tenían una conversación fluida, así que los dos tenían más confianza y se sentían cada vez más a gusto juntos.

Ese día habían elegido salir a dar un paseo y posteriormente ir a cenar, Fili quería que fuese una cita tranquila para la chica y no quería abrumarla con sus sentimientos.

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Tauriel se sentía tranquila, sabía que ese día su amiga tendría una cita con Fili y decidida a no volver a arruinarla, se quedó en su casa trabajando, así evitaría ver en la calle a personas que pusieran sus nervios de punta, antes había comprado lo que necesitaría para poder alimentarse y realizar su trabajo, sabía que era una actitud un tanto ridícula, pero era una excusa perfecta para poder encerrarse y enfocarse en sus planes pendientes, además de tener nuevas ideas en los proyectos.

Estaba enfocada en su más reciente diseño, este era de la familia Lothlórien, pronto sería el cumpleaños de la hija de Celeborn y Galadriel, así que como la chica era aficionada a la naturaleza y estaba haciendo su carrera universitaria en biología, ellos decidieron contratar a Tauriel para que pudiera realizar un jardín botánico, era una sorpresa bastante agradable, eso pensaba la paisajista.

Casi al anochecer termino algunos planos y decidió cerrar sus ojos para descansar la vista, en cuanto se recostó en el sillón para mayor comodidad, las imagenes inundaron su mente, era como si fueran flashes, primero aparecieron estructuras para el jardín botánico, posteriormente aparecieron flores y plantas, conforme se fue relajando y el sueño llegando a ella esas imágenes cambiaron y se enfocaron en personas, más bien en una persona, era como si fuera en cámara lenta y está tratara de describir a alguien, primero apareció el cabello de alguien, era oscuro, largo y con bucles, posteriormente aparecieron un par de ojos brillantes de tono café, una nariz grande pero atractiva, una boca sonriente y conforme la imagen en su sueño se iba alejando está le daba mayor forma a la persona, de nuevo él, el chico de siempre, en su pecho sentía cierto sentimiento de melancolía, añoranza, afecto, apego y varios más, una sola imagen le provocaba tantas cosas y aún así seguía sin saber el porque.

Su sueño al provocarle tantas cosas termino por despertarla, se sentó en el sillón un poco agobiada y vio su reloj, aún era temprano eran solo las 8 de la noche, vio a su alrededor, se acercó a su ventana y al mirar por está se dió cuenta que había llovido ligeramente, decidió salir a tomar un poco de aire, eso siempre le ayudaba a despejarse, no importaba que fuera lo que la perturbara, el aire fresco y húmedo era muy relajante para ella.

Mientras caminaba por la banqueta veía algunas flores de jacaranda en el piso, la lluvia había hecho que cayeran de los árboles, esa era otra cosa que le agradaba mucho, las pequeñas flores violetas, el aire fresco y el reciente olor a lluvia la hicieron sonreír, fue cuando sintió una presencia a su lado.

-Que bella noche tenemos hoy, ¿No lo creé? -dijo una voz grave y amable.

-Vaya que lo es -respondió levantando el rostro hacia el hombre a su lado, fijándose en el aspecto de él, se le hacía muy familiar con su cabello blanco, ojos brillantes y sonrisa amable.

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Smaug se sentía furioso, lo habían despedido esa misma tarde y por culpa de la intervención de Thorin, él se había entrometido, creía que si no fuera por su culpa, Bilbo le habría hecho caso y aún tendría su empleo en la universidad, consideraba que era una ridiculez el hacerle caso a ese entrometido de Oakenshield.

-Algún día pagarás lo que haz hecho, te juro que me vengare por todo -susurro al aire con un tono muy intimidante.





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