Capítulo 13

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En cuanto Sigrid salió de "The Arkestone" llamo a Tauriel para decirle que su chico ideal le había pedido una cita, de verdad estaba pasando, no era un sueño, no era un delirio, era verdad, Fili le pidió salir. Le contó todo con lujo de detalle, Tauriel se emociono por ella y le ofreció su ayuda y apoyo por cualquier situación, su maquillaje, su auto, ropa que necesitará, algún consejo, golpear a Fili si este lo merecía.

Ante esto último, Sigrid solo rio y le dijo a su amiga que no sería necesario, pero que si necesitaría un consejo para calmar los nervios y también ayuda con su vestimenta, por ello se verían más tarde ese día.

-Mira este vestido, se ve bien pero no estoy segura, ¿Tu que dices? - pregunto Sigrid a Tauriel.

-Es lindo, pero no me convence, ¿que tal esto?- decía mientras le pasaba más prendas, así estuvieron durante un rato eligiendo prendas a diestra y siniestra hasta que encontraron algo que las convenció a ambas. Al día siguiente sería su cita y estaba muy, muy nerviosa, pero Tauriel siempre sabía que decir y como decirlo así que con su apoyo Sigrid se calmó un poco.

Cuando llegó el día y la hora, los pensamientos de Sigrid le hicieron sentir nerviosa y un poco asustada, ¿Qué tal si nada era como esperaba? O, ¿Y si arruinaba su cita?, estaba a punto de enviarle un mensaje a su amiga para pedirle un último consejo, pero en ese momento llamaron a su puerta, Fili había llegado y estaba igual o más nervioso que la chica, pero afortunadamente lo disimulaba muy bien, él había llegado 15 minutos antes y estuvo esperando en su auto a que llegara el momento.

Era encantador, sin lugar a dudas Fili era todo un caballero, desde que la invitó a salir le envío mensajes muy tiernos y cuando fue por ella a su casa de verdad se notaba que él era muy educado. Todo iba bien, no hubo silencios incómodos, conforme pasaba el tiempo se sentía más y más tranquila, hasta que su teléfono sonó y vió el remitente, Tauriel, debía ser urgente ya que ella no la llamaría sabiendo que está en una cita con Fili.

-Disculpa, pero debo atender la llamada, es mi amiga y debe ser urgente - decía rápidamente mientras contestaba su teléfono -. Hola Tau, ¿Todo bien?

-Sig, te necesito... - se escuchaban muchas voces al fondo y esas palabras descolocaron a Sigrid, ya que siempre la que pedía ayuda era ella, en cambio Tauriel era como una roca, un gran apoyo para lo que necesitará, eso la inquieto y fue su expresión lo que puso alerta a Fili.

-Ok, solo respira y dime en ¿dónde estás?, Pásame tu ubicación - de verdad su amiga se escuchaba alterada y eso hizo que su voz sonara diferente, frente a ella, Fili la observaba con atención, dispuesto a brindarle su ayuda en el momento que ella lo dijera.

-Estoy en la Plaza, compraba ropa.

-Muy bien cariño, tranquila, voy para allá -dijo preocupada, mientras tomaba su bolso y volteaba a ver a Fili.

Una vez que colgó Tauriel, envío su ubicación y Sigrid con teléfono en mano se disculpó con su cita.

- Perdona, pero mi amiga me necesita, la escuché bastante mal.

-No hay problema, yo te llevo, ¿donde está ella?- dijo Fili preocupado tanto por Sigrid cómo por la paisajista -la chica menciono el nombre de esta-, así que no se hizo esperar y cuando menos se dieron cuenta ya estaban de camino.

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Era ÉL...

Si, No, no, no, no, Si, siiiii

Tauriel se quedó de piedra, era literalmente el hombre de sus sueños, el estaba a solo un par de metros de ella, tan cerca, tan lejos, tan, tan, TAN REAL.

Un momento, solo un momento, ella bajo la vista solo un par de segundos para tranquilizarse y lo perdió, el desapareció, trato de seguirlo o buscarlo, pero le fue imposible.
Se sintió mareada y un tanto desconcertada, primero estaba en la plaza para comprar ropa y al segundo siguiente estaba viendo a el hombre que aparecía en sus sueños desde que tenía memoria -eso sí era un buen motivo para perder los estribos por un momento-, se sento en una banca e hizo algo que no había querido hacer nunca, contarle a alguien sobre esa situación, escuchar por otra persona que no se estaba volviendo loca, que, o era una gran coincidencia o estaba tan cansada y estresada que veía rostros que no existían.

Pero, haciendo memoria...

Recordó en ese momento, que también había escuchado la voz, SU VOZ.

Al principio sintió que estaba delirando y al segundo siguiente viendo -o más bien, escuchando-, con mayor calma, pensando que solo era una coincidencia, que ahora que podía recordar el rostro y saber cómo era la voz del atractivo hombre en sus sueños, su mente se sugestionaba buscándolo en todas partes, pero es que el arquitecto del proyecto Archer sonaba igual, la voz era idéntica, está era dulce, grave, relajante y tenía cierto matiz burlon.

Y ahora lo veía, lo tuvo prácticamente frente a ella, solo los separaban unos cuantos metros, el estaba distraído con un escaparate y lo vio de lado, pero en definitiva era él.

Tauriel no lo soporto más y se apresuró a llamar a la única persona que creyó que podría ayudarla, Sigrid.



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