Capítulo 24

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Thorin se sentía traicionado, el hobbit le había robado descaradamente la piedra del arca y para colmo se la había entregado a sus enemigos, al inicio se negó a creerlo, pero el mismo Bilbo lo había confirmado, así que cuando intento eliminarlo fue detenido por los demás enanos y por las quejas de Gandalf, lo único que le quedó, fue el tener que desterrarlo de Erebor.

Pensar que solo un par de días antes le comento que sospechaba de traición, el hobbit lo había tranquilizado y en agradecimiento por todo le había obsequiado una cota de mithril, y ahora, sin vergüenza alguna le confirmaba que quien lo había traicionado era él, la ira estallo en su pecho, sin embargo no recibió el apoyo de su compañía, solo recibió miradas de reproche y desilusión, ¿Acaso los demás no se daban cuenta que el afectado aquí era Thorin?, parecían ciegos por ese hobbit, pero no él, él sabía muy bien que su engaño debía ser castigado, sin embargo lo único que le permitió la situación en ese momento fue el prohibirle volver a entrar o siquiera estar cerca de su reino, ese hobbit tramposo y ladrón jamás volvería a asecarse, tenía confianza en que él, junto a su primo Dain -que esperaba que llegara pronto-, recuperarían la piedra del arca para así volver a tener el gran reino de Erebor en todo su esplendor.

Thorin a pesar de la solicitud de los hombres del lago y el pomposo elfo Thrandiul, se negó rotundamente a ayudarlos o a darles siquiera una moneda, nada ni nadie haría que saliera de su reino, por ello se encerró junto con su compañía y no permitió que nadie saliera o entrará, en ese momento fue cuando apareció Dain para apoyarlo y alejar -eliminar-, a los invasores.

Los enanos podían escuchar los gritos y sonidos de espadas, mazos y escudos colisionar entre sí, pero no podían hacer nada debido a las órdenes de su rey, estaban desesperados por ayudar y poder librarse de los orcos, quienes habían aparecido para iniciar una masacre.

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Todo era un baño de sangre, solo se escuchaba el sonido de las espadas atravesar los cuerpos, los mazos golpear y los gritos de guerra, Gandalf no creía que salieran victoriosos de esto, humanos, elfos y enanos luchaban con todo lo que podían, fue cuando se escuchó el sonido de un cuerno de guerra que hizo que todos voltearan hacía la entrada de la montaña, un segundo después un estruendo y muchas rocas enormes salieron volando, estás habían sido golpeadas por una enorme campana hecha de oro macizo que había destruido la puerta de rocas improvisada por los enanos.

Los presentes pudieron notar que del reino salían trece figuras, los enanos que se habían encerrado, salían a pelear, era momento de tomar sus armas y proteger a su reino y a su gente.
El que Thorin decidiera luchar le daba al pueblo de los enanos mayor confianza y esperanza, ya que se sintieron inspirados y respaldados por su rey.

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-Gandalf, es Thorin -grito emocionado Bilbo, al fin el enano había decidido salir de su encierro para luchar y brindarle esperanza a su pueblo.

-Y Fili y Kili y Dwalin, se está llevando a sus mejores guerreros -observo el mago.

-¿A hacer que? -cuestiono confundido.

-A cortar la cabeza de la serpiente -Gandalf sintió preocupación y esperanza al mismo nivel, pero no podía externarlo, debían seguir peleando. Se escucharon los cascos de un caballo y eso llamo su atención, al fijarse bien pudo ver una melena rubia casi blanca brillando bajo el sol y detrás de esta estaba una bella pelirroja -, Legolas, que bueno que llegas.

-Gandalf, Bolgo viene hacia acá desde Gundabad -las palabras dichas por el elfo hicieron click en la cabeza del mago.

-Claro, ese era su plan desde el inicio, Azog nos ataca y después vienen desde el norte.

-¿Desde el norte?, Y ¿Dónde está el norte exactamente? -pregunto con impaciencia Bolsón, se sentía desesperado y muy cansado.

-Ravenhill -respondió con voz sombría el mago.

-¿Ravenhill?, Pero Thorin está allá, y Dwalin, Fili y Kili -al escuchar el último nombre la elfa presto mayor atención a lo que decían y observó el lugar mencionado pensando en como llegar ahí lo más rápido posible.

Thrandiul estaba decidido a irse de la batalla, no quería que más elfos murieran por culpa de los enanos, no estaba dispuesto a sacrificar a su gente, cuando a punto de lar la orden de retirada apareció Gandalf pidiendo que envíe a algunos de sus soldados a Ravenhill para avisar a Thorin que era una trampa.

-Pues vaya a advertirle, ya he sacrificado suficiente sangre elfica, no más.

-Thranduil -trato de llamar su atención el mago

-Yo iré -la voz decidida de Bilbo lo sorprendió.

-¿Qué estás diciendo?, Jamás llegarías.

-¿Por qué no?

-Pues, porque te verían llegar y acabarían contigo

-No lo harán, no van a verme.

-No te dejaría ir.

-No pedí tu autorización, yo iré a avisar a mis amigos sobre Bolgo y nada me detendrá -así el hobbit emprendió su camino a Ravenhill.

Thrandiul que fue espectador de esa pequeña pelea entre el mediano y el mago decidió dar media vuelta r irse en cuanto Bilbo salió de su vista, cuando se dió la vuelta, Tauriel apareció apuntandole con su arco dispuesta a hacer lo posible para que su rey ayudará a ganar esa terrible pelea.

-No vas a dejar este lugar -dijo muy molesta.

-Muevete de mi camino -ordeno.

-Los enanos serán masacrados -rogo y en su tono era palpable la preocupación.

-Si, este día, mañana, en un año, tal vez en cien, ¿Eso que importa? son mortales -para él decía lo obvio, pero parecía que ella no lo entendía por eso la elfa molesta le apunto con su arco.

-¿Te crees más importante?, ¿Crees que tú vida vale más?, aunque no haya amor en ella, no hay nada de amor en tu interior -reprocho queriendo hacerle ver su error. El rey elfo muy molesto con un rápido movimiento de espada había roto a la mitad su arco dejándola muy sorprendida.

-¿Qué sabes tú del amor?, nada -escupió las palabras en un tono mordaz-, eso que sientes por el enano no es real, tu crees que es amor, ¿Estás dispuesta a morir por él?

Tauriel se sorprendió al escuchar las duras palabras de su rey, ella creía que si era real lo que sentía por el enano, el solo no poder verlo o saberlo en peligro la preocupaba demasiado y la ponía ansiosa, pero con las palabras que acababa de escuchar la ponía a pensar, ¿Y si no era real? O ¿No era lo suficientemente fuerte lo que sentía por Kili?, pensar en eso la descolocó y confundida parpadeó.

-Si quieres dañarla, tendrás que pasar sobre mi, Déjala en paz padre -Legolas intervino, no quería que su querida amiga se enfrentará a su padre, pues sabía que jamás le ganaría-, yo voy contigo Tauriel -su tono era firme y se encamino tomándola del brazo sin lastimarla.

El tener a su amigo junto a ella le dió la esperanza de poder llegar junto al enano lo más pronto posible.

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⏰ Última actualización: Apr 27, 2023 ⏰

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