Capitulo 15

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Al llegar Sigrid con Tauriel la encontró sentada en una banca, parecía como si se fuera a romper, incluso Fili que apenas la conocía se preocupo por la paisajista.

-Tau cariño, ¿Qué pasó?- le pregunto a su amiga mientras tomaba asiento junto a ella y la abrazaba.

-Yo, no lo se, es sólo que... - parecía como si viera el infinito y la voz de su amiga logro que se enfocará, fue en ese momento que se percató de la presencia de Fili y cayó en cuenta que había interrumpido la cita soñada de su amiga, se avergonzó bastante por eso -¡Oh! No, lo lamento mucho, arruine su cita, lo siento - decía mientras se cubría su sonrojado rostro .

-Tranquila cariño, no te preocupes -dijo Sigrid con voz suave y viendo a Fili, como esperando que el quisiera volver a salir con ella.

-Si, tu tranquila - dijo mientras también tomaba asiento y les daba una sonrisa - al menos así me aseguraste una segunda cita.

Sigrid solo pudo sonreír mientras lo miraba a los ojos y Tauriel levanto el rostro brindándoles una mirada divertida.

-Bueno, me alegra ser de utilidad -bromeo mirando a su alrededor, todavía temblaba ligeramente, la chica internamente deseaba poder ver de nuevo al hombre de cabello obscuro y atractivos rasgos, está vez no la tomaría por sorpresa-, pero ya me quiero ir de aquí.

Mientras se levantaban y tomaban sus cosas Sigrid le pregunto si llevaba su auto, al recibir una respuesta afirmativa le pidió sus llaves y quedaron que se la llevaría a su departamento y Fili las seguiría en su coche para asegurarse de que llegarán con bien y para pedirle a Sigrid otra cita. Cuando las dos amigas estaban solas en la seguridad del vehículo, Sigrid le pregunto que pasaba, de verdad que la preocupo mucho y no parecía un tema que le gustaría dejar de lado.

-Sig, de verdad lo lamento, no quería interrumpir tu cita, se lo mucho que la esperaste y lo mucho que te ilusionaba salir con el - decía muy apenada -, pero te prometo que lo voy a compensar.

-Bien, inicia compensandolo diciendo que paso, me inquietaste bastante, incluso Fili se veía intranquilo.

-Lo siento de verdad, pero mejor te lo digo cuando estemos en tu casa, para tener más tiempo, y poder poner en orden mis ideas ya que ahora mismo no sabría que decir o como decirlo.

Una vez que llegaron, al departamento de Sigrid, Tauriel se sintió mejor y se recostó un rato en el sofá, mientras tanto su amiga se despedía de Fili y le agradecía su apoyo.

-Te agradezco mucho tu ayuda con mi amiga, de verdad que no se cómo compensarlo -le dijo sonriendo y tomando si mano en símbolo de agradecimiento -, aunque también lamento que nos hallan interrumpido.

-No te preocupes, fue un placer -jugaba con la mano de la chica mientras la veía a los ojos-, y en cuanto a la salida, parece ser que me debes una segunda cita, ¿Qué te parece el siguiente viernes?

-Me encantaría, de verdad, para evitar que nos interrumpan voy a encerrar a Tau en su casa -bromeo.

-Me parece una buena idea - rio un poco y beso la mano de Sigrid - debo irme, pero seguimos en contacto, me gustó bastante que aceptarás salir conmigo - le dió una sonrisa y se despidió.

Cuando volvió a entrar a su departamento Sigrid tenía una enorme sonrisa en el rostro, aunque su cita no duró mucho tiempo se sintió muy feliz con el guapo rubio, dando un largo suspiro se acercó a su amiga para verificar su estado.

-Cariño -le dijo dulcemente, mientras le acariciaba la cabeza-, ¿Me dirás qué sucedió?, ¿Qué fue lo que te puso así?

Tauriel levanto el rostro, tenía los ojos llorosos y la nariz roja, le dió una mirada a su amiga y le contó todo, desde sus sueños y el como fueron evolucionando hasta sentirse reales, el como se sentía al respecto, la voz del arquitecto, el rostro del hombre en la plaza, todo.

-Vaya, no sé que decir cariño, tienes mucho encima aparte de tu trabajo, no sé cómo lo haces, pero sabes que aquí estoy para apoyarte y ayudarte en lo que necesites.

-Lo se, lamento no haberte dicho nada antes, pero creí que eran solo sueños y ahora todo está cambiando, es como si fuera un fantasma que me persigue, su voz, su cara, no lo se, tal vez solo estoy enloqueciendo- dijo lo último con una risa irónica.

-¿Quién diría que a ti te falta un tornillo? -le respondió mientras reían y bromeaban.

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En un lugar cercano del que estaban las dos chicas, un rubio ilusionado y algo preocupado tocaba la puerta de su amiga esperando que abriera para poder hablar con ella, sin embargo eso no sucedió y él tuvo que irse decepcionado de postergar de nuevo su declaración a Tauriel, lo que el no sabía era que, pronto todo cambiaría.

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Mientras corría bajo la lluvia Tauriel esperaba poder encontrar al enano, pero era como si intentará tomar el viento entre sus manos, imposible, no lograba dar con él.

-¡Tauriel! - escucho un grito a su espalda y al voltear no pudo hacer otra cosa que no fuera sonreír y sentirse más tranquila, aunque su corazón y su respiración se acelerarán por la emoción de al fin tenerlo cerca.

Ambos corrieron para estar entre sus brazos lo más pronto posible, no querían estar de nuevo separados, cuando al fin pudieron estar frente a frente se fundieron en los brazos del otro, con un objetivo para su futuro.

Una vida a lado de él.

Una vida a lado de ella.

Una segunda oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora