Capítulo 16

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Kili se sentía muy mal, la flecha tenía veneno y necesitaba una curación milagrosa, en este caso sería una curación mágica, Tauriel debía calmarse para poder hacerlo correctamente, no podía perder a ese enano, ese divertido, sonriente, descuidado, alborotado y lindo enano, así que respiro profundamente e inició, sentía como la magia fluía a través de ella a sus manos y como está iba entrando en el cuerpo de Kili sanando lo más que podía su herida.

Al terminar lo vendo y escucho de Kili las más hermosas palabras que le hubieran dicho hasta ese momento:

"Tauriel... No eres ella realmente, ella está muy lejos, ella, ella está muy muy lejos de mi, ella camina a la luz de estrellas en otro mundo, era un sueño solamente, ¿Crees que quisiera amarme?"

Ella se quedó muy quieta, ¿De verdad él había dicho eso?, Se sintió tan emocionada, nerviosa y feliz por la inconsciente declaración del enano, muy dentro de ella sabía que ya no sería bienvenida en el reino en el cual vivió durante toda su vida, pero también no creía posible que Kili y ella pudieran tener una vida juntos, eran muy diferentes, sabía que la familia de él no lo permitiría, era de conocimiento público los sentimientos de Thorin por los elfos, así que se consoló con las palabras que el enano le dió y con los sentimientos él que despertó en ella, esperaba que eso fuera suficiente, al menos por ahora, deseaba que en algún momento de verdad pudieran estar juntos así que decidió guardar esa esperanza dentro de su corazón.

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Kili se revolvía de nuevo en su cama despertando, otra vez esos sueños, cada vez eran más y más vívidos, era extraño el como fueron evolucionando, de pequeño creía que solo eran fantasías, algún producto de los cómics, películas y series que veía, pero conforme fue creciendo se dió cuenta de que parecían más recuerdos que sueños, pero era imposible ya que nunca había visto a la bella chica, si lo hubiera hecho estaba muy seguro de que la recordaría, no era una mujer fácil de olvidar.

Aún así tenía una extraña sensación, era como si no pudiera respirar, como si algo presionará su pecho, se sentía ansioso, por ello decidió salir a tomar aire, algo dentro de él lo impulsaba a salir, aunque era algo tarde no le importo, tomo sus llaves, un abrigo y salió.

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Tauriel tuvo de nuevo un sueño con el atractivo hombre de cabello castaño, de verdad se estaba hartando de soñar con alguien a quien no conocía y que está persona tuviera cierta influencia en ella, por eso y para no despertar a Sigrid decidió salir un rato a tomar aire, se sentía sofocada y un poco ansiosa, tomo un chal para cubrirse del frío, las llaves de su amiga y salió.

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El tiempo era muy frío debido a el invierno por ello decidió no ir muy lejos de su casa.

"A pesar de que es un poco tarde hay mucho movimiento en la calle", en eso pensaba Kili cuando un edificio llamo su atención, este siempre le gustó, no era algo de otro mundo ni mucho menos, al contrario, era bastante sencillo, era un edificio color blanco de estructura minimalista, no era muy grande, solo tenía 4 plantas, en la parte frontal de este se podían ver los balcones con vidrio templado en un tono azulado y las lámparas de estos le brindaban un brillo sofisticado, en la entrada las escaleras eran cortas, tenían cerca de 6 escalones, fue ahí donde enfoco su mirada y noto que había una mujer sentada, al verla más fijamente se quedó sin aliento y sintió que el piso se le movió, la chica de sus sueños salió de ellos para presentarse frente a él, no tenía ni idea de que hacer pero su cuerpo se movió por si solo y camino lentamente hacia ella.

La chica aún no lo había notado ya que miraba hacia el cielo, ella siempre había disfrutado bastante mirar las estrellas, hasta que Kili estuvo a escasos metros de ella pudo sentir su presencia y volteo a verlo. Cuando sus miradas se encontraron se sorprendieron bastante y sus alientos se atoraron en sus gargantas, así mismo sus corazones se tranquilizaron y tuvieron una sensación de paz.

Al fin, por fin pudo ver qué ella si existía, que no era un invento de su mente, vio que a ella se le llenaron los ojos de lágrimas y que aún tenía la boca ligeramente abierta por la sorpresa, él sin salir de su asombro le brindo una pequeña pero risueña sonrisa.

-¿Tau? - ambos dieron un brinco debido a que estaban muy distraídos con el otro, la voz provenía de la parte superior de las escaleras-, vamos entra, no te vayas a resfriar, ya es tarde y debes de dormir - dijo una chica rubia.

Mientras decía esto Kili inconscientemente fue dando algunos pasos hacia atrás y Tauriel sin dar una respuesta verbal se paró y se dirigió a su amiga lentamente, esto bajo la atenta mirada de él, la recién llegada le dijo algo en voz baja, la rodeo con el brazo y la llevo adentro, sin darse cuenta de la presencia de él. Kili se fijó en la amiga y pensó que la había visto en algún lugar, pero estaba tan disperso que no supo de inmediato en dónde, no fue, sino que hasta que llegó a su casa y se quitó el abrigo que hizo la conexión su cerebro sobre donde había visto a la chica rubia, "Pero si es mi futura cuñada, ¡Claro!, como es que no me di cuenta, bueno no me pueden culpar, al fin pude ver qué es real, que no la estuve imaginado y mucho menos que estoy delirando", hablaba consigo mismo.

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Sigrid cuando se despertó por culpa de la sed, aprovecho para verificar el estado de su amiga pero no la encontró en ningún lugar, sabía que ella no se iría sin avisar y era común que saliera a tomar aire, para comprobar que así fuera y ella estuviera bien salió a buscarla, encontrandola en las escaleras de entrada, fue ahí cuando le hablo y vio que la asustó, notando que se comportó un poco rara, creyendo que era debido a la conmoción que sufrió hace algunas horas.

Mientras que los pensamientos de Tauriel en esta ocasión fueron más tranquilos, el verlo dos veces y soñarlo, todo en menos de 24 horas era un motivo de turbación, pero también tenía un lado bueno, podía ver que no estaba loca, no imaginaba cosas y también pudo contemplar su atractivo rostro, decidió que por el momento no le diría nada a Sigrid, podía esperar a mañana, mientras volvía a acostarse para dormir disfrutaba en su mente el como reaccionó y que fue lo que sintió al volver a estar frente a él.

Una segunda oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora