Nena (KTH)

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Gracias por pedir y disculpa mi tardanza, de verdad lo siento 😞
Disfruta mi querida Fabby 💜

La joven de castaños cabellos abrió los ojos esa mañana-tarde.

No recordaba cómo había llegado, y tampoco haber llegado a su casa en si. Luego todo vino a su mente. Tomó asiento como pudo y un fuerte dolor de cabeza se hizo presente. Sin duda el beber no era lo suyo.

Se encontró con una pastilla, un baso con jugo y un desayuno que parecía no tener mucho hecho, sonrió. Su novio la cuidaba mucho.

Tomó su teléfono encontrándose con un mensaje de Jeon Jungkook, antiguo compañero de universidad y con quien entre otros compañeros salió a tomar la noche anterior.

Ignoró el mensaje y fue al contacto de su novio, con quien vivía.

"Gracias por el desayuno amor, eres un sol"

Esperó unos minutos y no respondió, lo halló extraño, pues el castaño de piel canela respondía con rapidez a cada cosa que ella mensajeaba o decía.

Tomó el jugo y con el la pastilla y desayunó mientras volvía a su teléfono, casi escupe el bocado al enterarse de lo que decía el mensaje de su ex compañero.

"Espero no haber causado problemas con tu novio, parecía molesto cuando te llevé a casa"

"Hay algo que debes saber"

"Puede que sepa que salíamos hace años"

"Mas bien lo sabe, lo siento. Fue un malentendido"

Cuatro mensajes en línea había enviado la noche anterior el moreno, Mera estaba en problemas, ella lo sabía.

"Amor, ya me siento mucho mejor, todo gracias a ti. Te amo"

Nada, no respondió

Decidió no insistir más, conoce el carácter del castaño, sabe lo molesto que está y que no logrará nada así.

Esta decidió dormir un rato, al despertar restaban unas horas para cenar. Así que pidió envío de su restaurante favorito, pues decidió emplear su tiempo para arreglarse para él.

Se duchó, perfumó y arregló el pelo. Recordó la blusa que había comprado para ella, una hermosura de tirantes en seda blanca, dejaba ver su espalda, decidió no usar sostén y unos pantalones cortos ajustados que marcaban maravillosamente su trasero.

Abrió la puerta apenas tocaron para el pedido encontrando a su novio junto a este ya entregando el dinero.

La sonrisa de la joven se borró al este adentrarse al departamento con las bolsas y dejarlas sobre la mesa de la cocina sin siquiera mirarla.

Agradeció al repartidor y cerró la puerta presa de la vergüenza.

-Amor, pensé que sería lindo cenar en casa y...

-Ya cené, si quieres invita a tu ex

-Tae, mi amor- lo vió reír burlón

-¿Tu amor?- su enojo era palpable, lo vió despojarse de su reloj y dejarlo sobre la cómoda, lavó su rostro en el fregadero tratando de que el ardor por lo molesto que estaba se fuera.

-¿Porqué te pones así? Ere...

-Tu novio, tu novio quien esperó en casa mientras andabas por ahí borracha para que a media noche te trajera un fulano, un fulano que resultó ser tu ex, y quien no tuvo reparos en presentarse como tal- recordó con molestia hacia el pelinegro. Pues Jeon Jungkook, había sido lo suficientemente descarado como para reír y presentarse el mismo sin el castaño preguntar quien era.

He ahí su enojo, la chica estaba descolocada. Pues, este no le había dicho aquello, ahora debía hablar seriamente con su ex novio.

-Taehyung, tu no eres así

-¿Así? ¡¿Así celoso o así idiota?!

-Yo no te engañaría, lo sabes. ¿Acaso no confías en mi?- dijo esto último con un ápice de dolor en sus palabras.

-En el no lo hago, tampoco confío en tu buen juicio.

-¡¿Que quieres decir con eso Kim Taehyung?!

-Que si fueras consiente me habrías llamado para ir por ti, no te habías emborrachado así y definitivamente no habrías salido con tu ex.

-Tae- suspiró -Nada pasó, lo juro. Recuerdo todo, no pasó nada.

-Lo se, porque si algo habría pasado en estos momentos el maldito estuviera en el hospital por haberte tocado-  su tono le hacía saber que era verdad. Lo conocía y así era él.

-Te amo- esta decidió apelar a su amor por ella. -Vamos amor, me puse linda para ti, pedí la cena. No me has tocado en días porque ambos llegamos cansados.

-Bien puedes meterte tu los dedos- eso la hizo mirarlo de manera inquisitiva.

-Um- ronroneó, este la miró y la mas baja decidió que era buen momento para mostrarle que no llevaba nada debajo de su blusa, así que, levantó su blusa dejándole una maravillosa vista al castaño y haciéndolo callar.

Metió sus dedos a su boca a la vez que aflojaba su pantalón, tomó a siento, adentró sus manos, una a su entrepierna para tocarse, y otra a sus pechos para apretarlos.

Inclinó las rodillas, cerró los ojos y se dejó llevar por la jugosa sensación. Si no la tocaría, al menos se quedaría con los huevos duros por verla, mientras ella se daba placer.

Gimió sin cohibiciones y la respiración de este incremento en fuerza. -¡Oh nena, no hagas esto!- gimoteó el castaño no pudiendo más.

Su ropa no tardó en abandonar su cuerpo quedando este totalmente desnudo frente al sofá que recargaba el cuerpo de su novia.

Haló los pantalones y bragas de esta hasta dejarla desnuda, encontrando una magnífica vista, toda suya. Solo para el.

Dos de sus dedos yacían dentro de ella mientras el pulgar tocaba su botón, la despojó de su blusa y al tenerla totalmente desnuda sustituyó sus manos con du boca.

Hizo un fuerte pop al soltar su hinchado clitoris al esta encontrarse a punto de venirse, sonrió deseoso por lo que venía.

Se puso de pie y la hizo hacer lo mismo, esta trató de besarlo pero no alcanzó a hacerlo cuando su cuerpo fue alzado sobre la encimera de la cocina.

La cena acabó en el piso, pero... ¿que mierda les importaba? Ahora que esta tenía el miembro de su novio acariciando su coño como permiso para entrar, que sus cuerpos ardían con ganas por el otro y que sus labios parecían serían cortados por sus propios dientes, ¿que les iba a importar?

-¡Nena!- gimió alto el hombre al entrar en ella. Tan duro, tan bueno.

-Mi amor

-¿Que pasa nena? ¿Um?- besaba su cuello, mandíbula, mordía su hombro, amasaba sus piernas.

-Muévete.. ah

-¿Así?- este salió levemente de ella, eran movimientos lentos y delicados -¿O así?- entró en ella con tal fuerza que la más joven chilló y se sostuvo con ganas.

Cuando esta se estremeció y liberó alrededor de su polla, el más alto la llevó hasta el sofá, tomó asiento y la miró fijamente. -Limpia este desastre nena- ha invitó a arrodillarse y comer su orgasmo. Obedeció, el deseo y lujuria la hizo hacerlo y quejarse cuando fue apartada no pudiendo este aguantar más.

La sentó sobre su regazó y entró con fuerza en su interior. -Móntame

La castaña estaba cansada, pero eso no evitó que se moviera con ganas sobre él, como sabía que le gustaba. -Perdón- dijo como pudo entre gemidos y gritos de placer.

-No lo harás más- dijo y la vio sonreír.

-Me gusta... mira como coges..- gemía con cada palabra

-¿Te gusta enojado? ¿Es eso?- giró ambos cuerpos y esta acabó con la cara contra el sofá mientras apretaba con ganas al alcanzar su segundo orgasmo, el castaño acabó esparciéndose en su trasero no pudiendo aguantar verlos llenos de él.






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