HBD Princesa del Harem

213 27 7
                                    

Feliz cumpleaños princesa hermosa. Quien hizo al Amo arrodillarse y suplicar. 😍

Era su despedida de soltera y Madai no podía estar peor, su novio había traicionado su confianza y ella se había enterado. Solo que con quién la engañó no era cualquiera.

Su dama de honor, la mujer que los había presentado. Quien juró que hacían buena pareja y que eran su pareja favorita en el mundo.

Ella, la que se suponía sostendría su bucle, quien organizaría su despedida de soltera y quien le ayudó a organizar la boda y el baile que se supone le haría a su esposo en la noche de bodas.

Madai estaba disgustada. Mucho

Fingió dolor de estomago y no fue a su despedida de soltera, en cambio le respondió uno de los mensajes de Jung Hoseok.

-Ven a mi casa.- escribió sin más, con aquello hecho se colocó una lencería apartada para su noche de bodas. Y esperó.

El mejor amigo de su prometido y quien no había parado de coquetearle en los años de noviazgo con el infiel.

Jung Hoseok es un hermoso y coqueto hombre de negocios, quien por cierto está como un tren. ¿Único defecto? Es un mujeriego. Ya no era problema, ella quería un polvo de venganza.

-¿Pasó algo?- dijo el empresario cuando la prometida de su amigo le dejó pasar, la miró.

Sus tetas estaban apresadas en un pequeño y ajustado corsé, sus piernas en unas delicadas y transparentes medias y su trasero con apenas un hilo de tanga. Aquellos labios en rojo.

-Pasó que vas a tener eso por lo que tanto pediste. Así que entra.

-Madai

-¿No quieres?

-Me hubieses dicho y traía condones.

-Fóllame al pelo- dijo sin más. Aquel hombre pareció convertirse en un león. Saltó sobre ella y la alzó por el trasero golpeando su espalda contra la pared cuando sus labios necesitados se comieron la boca de la castaña.

Los botones de su camisa volaron y aquello no hizo más que desconcertarlo. -¿Esto...

-Se lo de la perra que se lo coge. Si vas a meterme la polla deja de hacer tantas pregun... ahh ahh- la había penetrado sin miramientos.

Este estaba con apenas la camisa puesta, su pantalón bien colocado, se había desecho del cierre y liberado aquel miembro caliente y duro que rompía aquella carne cual hace meses no era tocada.

-No deberías usarme como desquite- lamió su cuello de manera sucia. -Seré tu venganza.- dicho aquello se movió de donde estaban.

La guió hasta el ventanal de su balcón y salió de ella luego de meterle la lengua en la boca y probarla completa, esta giró y el castaño volvió a entrar en ella desde esa posición, veía la ciudad mientras sentía el cielo, la gloria.

Sus pechos desnudos manchaban de sudor el pulcro cristal mientras sus gemidos lo empañaban.

El empresario no pareció tener con solo una vez, pues cuando llenó el interior de la joven con su orgasmo, fue por más.

Ambos yacían en el baño, la lluvia artificial empapaba aquellos cuerpos llenos de necesidad y provocaba un delicioso sonido cual era un deleite para ambos, haciendo los desear más y más al otro.

...

La mañana llegó y con ella la cara del empresario en su intimidad, era el día de su boda y también su cumpleaños, porque así lo habían planeado, pero ahí se encontraba con el padrino de bodas entre las piernas chupándola y lamiéndola tan bien que las paredes fueron testigos de aquello.

-¿Quieres escaparte? Puedo robarte ahora mismo si quieres- el empresario se vestía a petición de la mujer cuál llegarían a preparar para la boda, su boda.

-Creo que debería enseñarle un lección.- después de todo el pagó la boda, solo debía presentarse y ridiculizarlo frente a su familia, amigos y compañeros de trabajo. No sabía como.

-Déjame- dijo este sobre su boca. -Déjame vengar lo que te hizo.

-¿A cambio de que?

-Ese vestido de novia que descansa en tu closet- lo señaló -Voy a romperlo pero poco va a importarte. Porque mierda que voy a follarte. Feliz cumpleaños nena- dijo para luego partir.

...

Todo fue un lío.

El plan de Jung Hoseok consistía en que cuando preguntaran quien se oponía a la unión el levantar la mano y preguntarle a la dama de honor si no lo haría pues ellos follaban, esta se puso blanca como una hoja, no dijo nada así que el castaño se rió, -Pues yo si voy a hacerlo.- todos entendieron a que se refería. Más porque se acercó a la de blanco y la besó con auténtica pasión.

Habían escapado mientras el desastre se apoderaba de quienes se encontraban en la localidad.

La llevó al hotel donde se supone pasaría su noche de bodas y tomó también la luna de miel. Se las había regalado el de todas formas con la retorcida idea de que pensaría en el por ser quien le hiciera el regalo.

Ahora entraba en ella en el ascensor del hotel, porque no logró aguantarse. No pudo más. Fue fuerte mientras conducía pero aquel escote, aquel vestido y labios pomposos no hacían más que provocarlo. -Vas a ponerme en tu boca cuando estemos arriba. Y vas dejarme embarrar ese hermoso rostro.- llegaron.

La habitación era un deleite, estaba excitada y sin bragas. El vestido estaba roto así que lo alejó de su cuerpo al apenas entrar, el empresario hizo lo mismo. -Esta será la última vez que...

-Olvida eso Madai, eres mía desde el momento en que tus paredes ahorcaron mi polla, cuanto antes lo entiendas mejor.- la recorrió con la mirada. -Boca abajo y levanta el trasero- señaló la cama y su cuerpo se movió solo para hacerlo. -Y grita- ella no entendía, pero cuando su intimidad fue profanada por el, tan duro que la hizo caer derribada sobre la cama y gritó, vaya que lo hizo. Entendió el porque de sus palabras.

-Hose...

-¿Ves de lo que te perdías? ¿Lo ves?- preguntó y apretó su pecho con morbo.
Salió de ella ganándose una queja cual fue devuelta con una amplia lamida desde su coño hasta su entrada trasera. -Relaja ese cuerpo nena, hoy vas a saber lo que es coger.







.








.

AttenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora